domingo, 19 de febrero de 2023

VAMOS DE SETAS

El otoño es una estación mágica en Cuenca: las hojas se tiñen de amarillo, la temperatura es más suave, vuelven las lluvias… en fin, un clima ideal para salir al monte, disfrutar del cambio de color de los paisajes y descubrir los encantos naturales de la Serranía de Cuenca. Y por supuesto, para ir a recolectar setas, actividad muy popular entre los conquenses.

Otoño en la Laguna de Uña. Fuente: propia

Cesta de níscalos. Fuente: propia

Uña y sus alrededores se caracterizan por albergar diferentes hábitats (pinares, robledales, ribera, pastos,…), lo que unido una pluviometría anual en torno a los 900-1000mm (datos CHJ año 2022) y su amplia biodiversidad, la convierten en una candidata ideal para localizar un gran número de especies de setas, no sólo durante el otoño, sino también durante el resto del año.

Grupo de setas en un pinar. Fuente: propia

En primavera se suelen recolectar varias especies de setas, entre las que destacan el perrechico o seta de San Jorge (Calocybe gambosa), la senderuela (Marasmius oreades), el champiñón silvestre (Agaricus campestris) o  las especies del género Morchella, conocidas como “colmenillas” o “cagarrias” (que tienen una calidad culinaria excelente, pero solo serán comestibles bajo tratamiento previo). 

Colmenilla. Fuente: https://pixabay.com/es/users/lukaszratajczyk-675422/

En verano, con la subida de temperaturas y las tormentas estivales, se pueden encontrar las especies de setas más termófilas, como el boleto negro (Boletus aereus) o el boleto de verano (Boletus reticulatus), que aparecen en suelos silíceos bajo robledales, jaras y cantuesos. También aparece de manera puntual una estrella de la gastronomía, la oronja o amanita de los césares (Amanita caesarea), que al nacer parece un pequeño huevo (ojo, no confundir con la Amanita muscaria).

Amanita caesarea. Fuente: https://pixabay.com/es/users/byrev-23277/

Cuando por fin llega el otoño, se abre el periodo estrella. El monte se llena de amarillos, ocres y rojos y fructifican un mayor número de especies. Por ello es la temporada en la que se observa un mayor número de “buscadores de setas”. De entre las comestibles, destacan la seta de cardo (Pleurotus eryngii), la angula de monte (Craterellus lutescens) y los Boletus edulis, que afloran sobre sustrato silíceo y en las zonas de pino albar.

Ejemplar de Boletus jóven. Fuente: propia

Pero sin duda, la seta protagonista de estos pinares es el níscalo (mízcalo, mizclo, robellón,...) y sus diferentes subespecies, principalmente Lactarius deliciosus, asociado a suelos ácidos en zonas de pino albar o pino rodeno, y Lactarius sanguifluus, asociado al pino negral o albar en terrenos básicos.

Grupo de Lactarius deliciosus. Fuente: propia

Con la llegada del invierno la mayoría de las setas desaparece, pero algunas especies resistentes se mantienen durante más tiempo, al resguardo de prados y arbustos. Este es el caso del pie azul (Lepista nuda), el pie violeta (Lepista personata), las negrillas (Tricholoma terreum) y la seta platera (Infundibulicybe geotropa).

Negrillas. Fuente: Retama - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8063634

Cuando se buscan setas siempre hay que tener precaución, pues ante la abundancia de especies aparece la duda. Por ello es importantísimo saber identificar bien los especímenes antes de recolectarlos ya que, aunque hay muchos ejemplares que son comestibles, hay que evitar confusiones con aquellos que son tóxicos o venenosos, y recolectarlos y consumirlos de la manera adecuada para que estos deliciosos frutos no supongan un peligro parar nuestra salud. Así, es muy recomendable llevar una guía micológica y estar bien seguro de que es la especie correcta antes de consumirlos.

Guía micológica, cuyos autores son de la población de Uña. Fuente: https://www.casadellibro.com/libro-guia-de-las-setas-de-la-provincia-de-cuenca/9788490443453/10046871 

Además, de forma anual se celebran en Uña y el entorno de la Muela de la Madera unas jornadas micológicas. Esta actividad, centrada en la micología, propone un taller y una ruta interpretativa para conocer las especies de setas y hongos más característicos de la Serranía de Cuenca. Se aborda con detalle la forma de identificar las distintas especies, las condiciones ambientales de las que depende su supervivencia, su función en la naturaleza y su valor gastronómico y socio-económico para las zonas rurales. La jornada no es de recolección de setas de manera masiva, sino que se fomenta su conocimiento y ecología.



Para saber más…

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