Reserva de la Biosfera de La Siberia
La Siberia es
una comarca de la provincia de Badajoz (España), situada en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Su capital, como centro administrativo, es el municipio
de Herrera del Duque.
Limita al norte
con la provincia de Cáceres, al este con la comunidad de Castilla-La Mancha, al
sur con la comarca extremeña de La Serena y al oeste con la también comarca extremeña
de Vegas Altas.
El ámbito propuesto
en La Siberia para su declaración como Reserva de la Biosfera ante la UNESCO, comprende
los términos municipales de Risco, Sancti‐Spiritus, Tamurejo,
Garbayuela, Villarta de los Montes, Garlitos, Helechosa de los Montes, Castilblanco,
Valdecaballeros, Puebla de Alcocer, Fuenlabrada de los Montes y Herrera del Duque.
La Siberia abarca
una extensión de 2.691 km2 y está poblada por 20.525 habitantes, su densidad es,
por tanto, de 7,63 Hb/km2, frente a los 25,51 de Extremadura o los 82,51 de España.
El nombre de
Siberia Extremeña no es debido a la crudeza de su clima, aun siendo éste algo más
riguroso al conjunto regional, sino por la lejanía a los centros administrativos
y al aislamiento que históricamente ha sufrido, como consecuencia de las deficientes
vías de comunicación.
Lo que hace destacar
a la Comarca de La Siberia es que presenta una gran variedad de paisajes y ecosistemas
con un alto nivel de conservación, y que alberga uno de los mayores índices de biodiversidad
de la Península Ibérica.
Aprovechando
el caudal de los ríos Guadiana y Zújar, es la mayor zona de costa dulce de España
con 1.022 kilómetros. Sus valores han propiciado que se declaren un número elevado
de espacios naturales protegidos, llegando a un porcentaje de más de un 46% del
total de la superficie de la comarca. Sin embargo y por desgracia, poco a poco se
va viendo afectada por la despoblación y el abandono.
¿Qué son las
Reservas de la Biosfera?
Las Reservas
de la Biosfera son una distinción que otorga la UNESCO a territorios o comarcas
geográficas por ser representativas de un entorno de gran valor y conservación,
en las que se pretende poner en marcha un plan de desarrollo que garantice el mantenimiento
de sus valores, pero a su vez implique un desarrollo económico y social del territorio.
¿Quién lo protege?
La distinción
de la UNESCO es una MARCA de calidad para el territorio, que lo avala por su patrimonio
natural, cultural, paisajístico y productivo y su compromiso por el desarrollo sostenible.
Una herramienta para incrementar su calidad de vida y su sentimiento de orgullo
por ver reconocido su patrimonio.
¿Qué es la UNESCO?
Es la ORGANIZACIÓN
de las NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA.
El principal
objetivo de la UNESCO es: “contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad
en el mundo, promoviendo, a través de la educación, la ciencia, la cultura y la
comunicación, la colaboración entre las naciones y las personas”.
¿Qué es el PROGRAMA
MaB?
El Programa Hombre
y Biosfera (MaB) es quien promueve las Reservas de Biosfera, su fin es el desarrollo
de las ciencias naturales y sociales para el uso sostenible de los recursos y para
la conservación de la diversidad biológica, mejorando la relación entre personas
y su entorno.
En el 2021 la Unesco puso en el mapa mundial un hasta ahora desconocido
territorio en el extremo nororiental de la provincia de Badajoz: la Reserva de la
Biosfera de La Siberia.
La Reserva de
la Biosfera de La Siberia trabaja en el plan de acción que les llevó a obtener la
mención Unesco y en un nuevo Plan de sostenibilidad turística dotado este 2021 con
más de 2 millones de euros, que se invertirán en el territorio para conseguir ser
referencia nacional de ese otro turismo (más consciente, pausado y respetuoso con
el entorno), una alternativa en alza.
HISTORIA DEL
USO Y POSESIÓN DE LA TIERRA
La Siberia es
uno de los territorios menos conocido en la península Ibérica y de Extremadura.
Ha estado marcada por una fuerte relación entre el ser humano y el entorno natural.
Desde la prehistoria,
los ríos Guadiana y Zújar y las sierras y llanos que los acompañan han sido partes
relevantes en los acontecimientos.
La orografía
ha influido en gran medida en los primeros lugares de asentamiento, así como en
la defensa del territorio.
Los cambios de
propiedad, junto con la producción agrícola, ganadera y las infraestructuras hidráulicas
para los embalses y la generación energía, marcan a grandes rasgos unos hitos en
el proceso de cambio del paisaje.
La comarca, arqueológicamente,
es muy rica en yacimientos: castros, pinturas rupestres, villas, estelas, necrópolis...
En la Edad Media, el Concejo de Toledo extendió su señorío por estas tierras.
Desde la Puebla
de Alcocer se emprendió la repoblación de la comarca: Siruela, Talarrubias, Casas
de Don Pedro, Herrera del Duque.... A lo largo de la historia, quizá lo más destacable
sean los continuos avatares por los que atraviesa la zona: Puebla de Alcocer, con
su territorio, pasa en varias ocasiones a Toledo, a señorío y a vizcondado. Capilla
(reconquistada en 1226) y Siruela pasan de la orden del Temple a la de Alcántara.
El Estado de
Capilla y el vizcondado de La Puebla se unirán en el siglo XVI, con un extenso territorio
adscrito a la casa ducal de Béjar y posteriormente, a la de Osuna. Estos avatares
llevan a algunas poblaciones a pertenecer en distintas épocas a diversas provincias
(Toledo, Ciudad Real, Badajoz), hasta 1833, cuando se establece la configuración
actual.
PATRIMONIO HISTÓRICO
La Siberia es
la comarca nororiental de la actual provincia de Badajoz sale de la prehistoria
fuertemente apegada a la ganadería y a la caza.
Aun siendo tierras
aisladas, sus habitantes han dejado prueba de sus preocupaciones religiosas y funerarias,
en algunos hallazgos aislados, en los numerosos abrigos de pinturas rupestres repartidos
por sus sierras, y en las genéricamente denominadas estelas decoradas extremeñas.
Entre los primeros hallazgos de la prehistoria, se encuentran, por ejemplo, el tesorillo áureo de Navalvillar de Pela en oro.
Las sierras de
Herrera del Duque, Talarrubias, Navalvillar de Pela y, sobre todo, los montes que
marcan la transición al Valle de Alcudia son claros ejemplos de abrigos con pinturas
rupestres.
Destacan entre
todas ellas las representaciones de carros y armas del Peñón del Buitre.
También aparecen
guerreros, armas (escudos, espadas, lanzas y a veces arcos) y elementos propios
del ajuar funerario como fíbulas, espejos, peines, navajas de afeitar, o, como en
el caso de una pieza recuperada recientemente en Herrera del Duque, un instrumento
de cuerda, a la manera de la phorminx homérica.
De la época romana
existen, dos grandes núcleos urbanos documentados hasta la fecha en la zona: Lacimurga
Constantia Iulia, identificada con el Cerro de Cogolludo (Navalvillar de Pela).
Las tierras que hoy conocemos como Siberia extremeña pertenecieron al reino musulmán
de Toledo hasta que fue conquistado en 1085 por Alfonso VI, rey de Castilla y León.
Sin embargo,
al estar este territorio tan alejado de la capital toledana, no se incorporó en
esta fecha a Castilla, sino que quedó entre cristianos y musulmanes; es decir, en
la frontera.
En esta zona,
los musulmanes construyeron o repararon una serie de fortalezas estratégicamente
situadas en, Puebla de Alcocer, Puerto Peña y Herrera del Duque.
La reconquista
de la comarca la inició Alfonso Téllez de Meneses, caballero palentino, afincado
en Toledo, quien en 1222 pobló, entre otros, el castillo de Muro, junto a la actual
Helechosa de los Montes.
Unos años después,
en 1226, el castillo fue vendido al arzobispo de Toledo. Alfonso Téllez conquistó
también Alcocer hacia 1225, donándola al arzobispo de Toledo.
En 1226 Fernando
III conquistó el castillo de Capilla, para entregárselo unos años después a los
templarios con un amplio alfoz que, al disolverse en 1309 la Orden del Temple, pasó
a la Orden de Alcántara.
Este territorio,
que pasó también al arzobispado de Toledo, formaría luego el estado de Capilla,
adscrito a la casa ducal de Osuna.
Así comenzó la
dependencia de La Siberia extremeña respecto de Toledo, que aún perdura hoy en lo
eclesiástico.
Tholos del Cerro
de La Barca
Su construcción
debe realizarse entre el IV y el II milenio C.A., pecado poder concretar más debido
a la falta de datos más concluyentes, pero su uso perduró hasta la época prerromana,
dada la presencia de una inscripción pre-latina documentada en uno de los grandes
bloques de piedra del interior de la cámara.
El tholos de
Valdecaballeros es un monumento funerario megalítico compuesto por:
• Una cámara de tendencia circular, aunque algo
irregular (de unos 4 m. de diámetro aproximada-mente), configurada con grandes losas
de piedras verticales hincadas (denominados ortostatos), algunas expoliadas, y
cubierta con una falsa cúpula con aproximación de hiladas.
•
Un largo corredor de acceso adintelado de más de 14
metros de longitud y unos 1,20 m. de un-chura máxima, realizado también con
piedras hincadas a cada lado sobre las que se apoyan lasas colocados
horizontalmente (llamadas cobijas), si bien no se conserva casi ninguna de la
cubierta.
Los corredores
han sido interpretados como un recurso arquitectónico que simboliza el tránsito
entre dos mundos muy diferenciados y su gran longitud como algo intencionado para
dar mayor sensación de paso de un mundo a otro.
La entrada al
túmulo se dispuso con una orientación astrológica hacia el Este, directamente hacia
el nacimiento del sol y mirando al cauce del Guadiana. finalmente, todo el conjunto
fue cubierto por un túmulo de cantos rodados, que daba al enterramiento un aspecto
de “falsa cueva”.
Se trata de un
sepulcro colectivo en el que se practicó un ritual que consistía en enterrar al
difunto en el interior de la cámara, directamente sobre el suelo, y junto a él se
depositaban los objetos de su ajuar.
En general, suelen
aparecer recipientes cerámicos, láminas y puntas de flecha de sílex, hachas pulimentadas,
colgantes o pulseras y, rara vez, elementos metálicos, como pequeños punzones o
hachas planas.
Su carácter colectivo
no supone que todas las muertes simultáneas, sino que se trata de una deposición
continuada de cadáveres durante varias generaciones (como sucede en la actualidad
con un panteón moderno).
La arqueología
muestra la frecuencia con la que los viejos esqueletos eran desplazados para que
los nuevos tuvieran espacio, ya que muchos huesos aparecen dispersos y amontonados
sin ningún cuidado.
A veces incluso
ocupaban el propio corredor y esta contingencia no siempre era por falta de espacio.
La Comarca de
La Siberia cuenta con un Patrimonio Geológico y Geomorfológico de una riqueza excepcional.
Los lugares de mayor interés presentes en nuestra comarca son:
- Las rañas, destacando la raña de Valdecaballeros, la
raña de Castilblanco y las rañas del Estena.
- El relieve apalachense, “el sinclinal de Herrera del
Duque”, es un tipo de relieve formado sobre rocas sedimentarias plegadas y
convertido en una plataforma de erosión.
- Vestigio de las glaciaciones del Cuaternario, épocas mucho más frías y lluviosas, son las turberas, hábitat muy escaso e interesante en Extremadura, y de las que en la comarca de La Siberia se encuentra uno de sus principales focos de representación, junto con Las Villuercas y el Sistema Central.
PATRIMONIO NATURAL
Lo que hace destacar
a la Comarca de La Siberia es que presenta una gran variedad de paisajes y ecosistemas
con un alto nivel de conservación, y que alberga uno de los mayores índices de biodiversidad
de la Península Ibérica.
El buen nivel
de conservación y el alto grado de variedad que presenta es debido, aparte de sus
características intrínsecas y singulares, a su aislamiento, baja densidad de población
y a la práctica tradicional de sus aprovechamientos.
El territorio
de La Siberia se caracteriza por la presencia de abundantes pastos y dehesas.
Un porcentaje
del 25 % de su superficie se encuentra ocupado por las formaciones de bosques de
coníferas y frondosas, que pueden aparecer formando masas mixtas y asociados a diversas
especies herbáceas y de matorral, constituyendo un elemento clave para el paisaje
y para la supervivencia de su fauna.
Esta gran diversidad
de biotopos genera un alto nivel de biodiversidad, sobre todo lo que se refiere
a la avifauna, contando con más de 170 especies diferentes de aves, 40 especies
de mamíferos, destacando las comunidades de quirópteros (murciélagos), más de 13
especies de anfibios, 18 de reptiles y 19 de peces.
Lo mismo pasa
con la vegetación, contando La Siberia con 26 tipos diferentes de Hábitats de Interés
comunitario, de los cuales, 4 son de interés prioritario.
Todo esto, junto
con su situación geográfica que sitúa a La Siberia como un gigantesco corredor ecológico
con el Parque Nacional de Cabañeros y la ZEPA de Sierra de Las Villuercas y Valle
del Guadarranque, que enlaza a su vez con el Parque Nacional de Monfragüe, ha propiciado
que más del 46 % de su superficie sea Espacio Natural Protegido.
PATRIMONIO PAISAJÍSTICO
El paisaje de
La Siberia es muy irregular, con sierras cuarcíticas, rañas, pizarras, penillanuras...
El suelo, generalmente de tierras pardas, es pobre y poco profundo, debido a las
numerosas afloraciones rocosas. La zona norte esta accidentada por las estribaciones
de los Montes de Toledo, la zona sur, más llana, por las de Sierra Morena.
Sierras cuarcíticas
y valles. Desde el punto de vista paisajístico, estas sierras además de su propia identidad
orográfica son elementos que accidentan, estructuran y compartimentan el horizonte
de las llanuras de la Comarca.
Montes islas
y sierras aisladas. En su definición, la geología adquiere una importancia
menor, al tratarse de pequeñas sierras cuyo rasgo diferenciador es su carácter aislado
sobre llanuras, con independencia de su naturaleza litológica.
Penillanura extremeña. Se percibe como
extensas planicies ligeramente onduladas donde la ganadería extensiva ha marcado
el paisaje durante siglos, debido a la dificultad de roturar el escaso suelo. Suelo
y climatología condicionan, pues, que la vegetación varíe entre los encinares y
alcornocales adehesados (siempre verdes) y las formaciones herbáceas de cromatismo
cambiante a lo largo del año.
Campiñas de las
Cuencas del Guadiana. Se perciben como extensas planicies o como una sucesión
de planicies suaves, lomas y vaguadas, sin afloramientos rocosos y, generalmente,
cultivadas.
Valles fluviales
encajados. El tipo Valles fluviales encajados queda definido por una serie de incisiones
debidas a la erosión fluvial en el sustrato del Macizo Ibérico (una de las grandes
regiones geológicas de la península ibérica). En nuestra comarca se localizan en
el noreste, en el valle del río Guadiana entre los embalses de García de Sola y
Cíjara, y valle del río Esteras.
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS DENTRO DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE LA SIBERIA
ORNITOLOGÍA EN LOS DIFERENTES ECOSISTEMAS
La comarca de
La Siberia cuenta con un enorme abanico de aves, distribuidas por los diferentes
ecosistemas que conforman el paisaje de la comarca. Encontramos aves sedentarias
que permanecen en la comarca todo el año, aves estivales que son permanecen
durante primavera y verano, del mismo modo que aves invernantes que pasan
en la Siberia las estaciones de otoño e invierno; sin obviar aquellas aves que utilizan
la región como zona de paso en sus migraciones de norte a sur —se distinguen dos
épocas de paso, postnupcial u otoñal y prenupcial o primaveral—.
En virtud de
esta riqueza ornitológica, La Siberia está logrando acercar a un creciente
número de visitantes encuadrados dentro de lo que se ha dado en llamar “Birdwatching”
o “Turismo ornitológico”.
Este tipo de
turismo, fundamentado en la afición a la observación de las aves en plena libertad,
permite recrearse además en el entorno paisajístico, en el disfrute de una
jornada en el campo descubriendo los sonidos de la naturaleza, las hermosas
panorámicas de un ocaso o de un amanecer, el deleite que supone escuchar el
canto de algunos de los pájaros y la observación de los mismos a través
de unos prismáticos.
Es esta una práctica
fundamentada en el respeto al entorno, en una actitud saludable y comedida que no
cause perjuicio a las aves, pues de verse asustadas estas se les estaría causando
un gran perjuicio, algo totalmente contrario al código de conducta que debe regir
el comportamiento de todo aquel que se llame a sí mismo “observador de aves”.
HÁBITATS BOSCOSOS
Bosques de coníferas,
bosques mediterráneos. Encinares, rebollares, alcornocales y similares extensiones
arbóreas.
DÓNDE
·
Helechosa de los Montes
·
Bohonal
·
Villarta de los Montes
·
Fuenlabrada de los Montes
·
Herrera del Duque
·
Talarrubias
·
Valdecaballeros
·
Castilblanco
AVES
·
Buitre Negro (Aegyipius monachus)
·
Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)
·
Cigüeña negra (Ciconia nigra)
·
Azor Común (Accipiter gentilis)
·
Culebrera Europea (Circaetus gallicus)
·
Milano Negro(Milvus migrans)
·
Gavilán Común (Accipiter nisus)
·
Pico Picapinos (Dendrocopos major)
·
Picogordo (Coccothraustes coccotrhaustes)
·
Herrerillo Capuchino (Parus cristatus)
·
Carbonero Garrapinos (Peripatus ater
HÁBITATS ROCOSOS
Roquedos de cuarcita.
DÓNDE
Peña de Puerto
Peña. Reserva Regional del Cíjara.
AVES
·
Alimoche Común (Neophron
percnopterus)
·
Buitre Leonado (Gyps fulvus)
·
Cigüeña negra (Ciconia nigra)
·
Búho Real (Bubo bubo)
·
Collalba Negra (Oenanthe leocura)
·
Roquero Solitario (Monticola
Solitarius)
·
Águila Azor Perdicera (Aquila
fasciata)
·
Águila Real (Aquila chrysaetos)
·
Vencejo Real (Apus melba)
·
Golondrina Daurica (Cecropis
dauric)
HÁBITATS DE DEHESA
Inmensas dehesas
dispersas por toda La Siberia. Encinas, alcornoques y matorrales diversos.
DÓNDE
·
Garbayuela
·
Siruela
·
Baterno
·
Tamurejo
·
Sancti Spiritus
·
Puebla de Alcocer
·
Esparragosa de Lares
·
Talarrubias
·
Casas de Don Pedro
·
Navalvillar de Pela
·
Valdecaballeros
·
Castilblanco
AVES
·
Elanio Azul (Elanus caeruleus)
·
Grulla Común (Grus grus)
·
Cigüeña negra (Ciconia nigra)
·
Azor Común (Accipiter gentilis)
·
Buzardo Ratonero (Buteo buteo)
·
Cárabo Común (Strix aluco)
·
Mochuelo Europeo (Athene noctua)
·
Rabilargo (Cyanopica cooki)
·
Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
HÁBITATS HÚMEDOS
Embalses, ríos,
arroyos, charcas, lagunas.
DÓNDE
·
Embalse de Cíjara
·
Embalse de García de Sola
·
Embalse de Orellana
·
Embalse de la Serena
·
Embalse del Zújar
AVES
·
Ánade Friso (Anas strepera)
·
Ánade Rabudo (Anas acuta)
·
Cuchara Común (Anas
clypeata)
·
Silbón Europeo (Anas
penelope)
·
Cerceta Común (Anas
crecca)
·
Pato Colorado (Netta Rufina)
·
Porrón Europeo (Aythya
ferina)
·
Ánsar Común (Anser
anser)
HÁBITATS ESTEPARIOS
Áreas esteparias: pastizales y eriales. Cultivos de secano.
DÓNDE
·
Esparragosa de Lares
·
Puebla de Alcocer
·
Talarrubias
AVES
·
Avutarda Común (Otis tarda)
·
Sisón Común (Tetrax tetrax)
·
Alcaraván Común (Burhinus oedicnemus)
·
Ganga Ortega (Pterocles orientalis)
·
Ganga Ibérica (Pterocles alchata)
·
Cernícalo Primilla (Falco naumanni)
·
Aguilucho Cenizo (Circus pygargus)
·
Carraca Europea (Coracias garrulus)
HÁBITATS DE REGADÍO
Terrenos de cultivo de regadío.
DÓNDE
La presencia de aves limícolas en Extremadura se da fundamentalmente en la comarca
de Vegas Altas del Guadiana, aunque dada su presencia en regadíos también pueden
observarse algunos ejemplares en tierras de regadío de:
·
Garlitos
·
Risco
·
Sancti-Spiritus
·
Esparragosa de Lares
·
Puebla de Alcocer
AVES
·
Ánsar Careto (Anser albifrons)
·
Ánsar Campestre (Anser fabalis)
·
Ánsar Chico (Anser erythropus)
·
Ánsar Piquicorto (Anser brachyrhynchus)
·
Correlimos Común (Calidris Alpina)
RUTAS EN LA RESERVA DE LA BIOSFERA
SENDERO “La Lobera”. PR BA 264
Espacio: Reserva del Cijara – MUP nº 11 “El Arenal” y MUP nº 09 “Las Navas y
Puerto Lobo para Allá”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°17’07.0”N 4°46’00.4”W
Distancia: 18,70 kms
Desnivel: 191 m
Tiempo estimado: Senderismo 4h40m Bicicleta 1h30m
Tipo de Ruta: Circular
http://goo.gl/wGV5p3
La ruta parte desde la carretera que une las poblaciones de Helechosa de los
Montes y Villarta de los Montes, aproximadamente a unos 11 kms desde el puente de
Helechosa.
Recorrido:
La ruta nace en el collado de Navacerradilla, justo en el límite de los términos
municipales de Helechosa de los Montes y Villarta de los Montes, transcurriendo
sus primeros 2 km, que a la postre serán de ida y vuelta, por tierras de esta última
localidad.
Al entrar de nuevo en el término de Helechosa la ruta se bifurca, dirigiéndose
primero hacia el collado del Azorejo y después paralelo a la garganta de mismo nombre,
hasta el mirador de las Poyatas.
Vuelve a entrar en el término de Villarta para, recorriendo la ladera de la
sierra de la Lobera, regresar al punto de partida.
Se trata por lo tanto de una ruta circular cuya única dificultad reside en la
distancia y en que supera algunos desniveles pronunciados, pues por lo demás transita
por pistas de tierra en muy buen estado.
Es, por tanto, una ruta idónea para practicarla en bicicleta.
Valores:
La ruta transita por bosques de pino piñonero y resinero, exceptuando las zonas
de pedreras donde subsiste vegetación original de encinas, alcornoques, quejigos,
madroños y especies arbustivas como jara, brezo o romero.
Lo mismo ocurre en el valle que forma la garganta del Azorejo, que presenta
hermosas vistas y frondosas manchas de vegetación muy bien conservadas.
Toda la ruta ofrece buenas posibilidades de observar ciervos y jabalíes, sobre
todo la zona del Azorejo y el mirador de las Poyatas, donde además será fácil ver
el vuelo de grandes rapaces como el águila real, buitre negro y leonado, águila
culebrera, alimoche, águila perdicera y de otras especies como la cigüeña negra
o la chova piquirroja.
También resultará fácil observar otras aves como rabilargos, zorzales, palomas
torcaces, collalbas negras, golondrinas dáuricas o arrendajos.
El mayor atractivo de esta ruta es el paisajístico, pues a las espectaculares
vistas que ofrece el mirador de las Poyatas, literalmente colgado en un roquedo
sobre el Guadiana, se suman las de la garganta del Azorejo y las de la sierra de
la Lobera, especialmente en la zona de la Hoja de la Lobera, que permite perder
la vista hacia el sur en la cola del pantano de Cíjara.
SENDA “Garganta de los Acebos” SL BA 243
Espacio: Reserva del Cíjara – MUP nº 09 “Las Navas y Puerto Lobo para Allá”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°17’58.0”N 4°47’26.9”W
Distancia: 1,69 kms
Desnivel: 77 m
Tiempo estimado: 0h50m
Tipo de Ruta: Lineal I/V
http://goo.gl/OaWU5j
Acceso a Sendas:
Las dos rutas parten desde las Boyerizas de Majadavieja, en el término
municipal de Helechosa de los Montes.
En la carretera que une las poblaciones de Helechosa y Villarta, a unos 8 kms
desde el puente de Helechosa, junto a los alojamientos turísticos realizados sobre
una antigua construcción dedicada a albergar los bueyes que participaron en los
trabajos de forestación de los Montes Públicos de la zona.
Recorrido de la primera etapa:
La primera ruta de ida y vuelta de corto recorrido, cuya única dificultad reside
en que discurre por una senda que en algunos tramos transita entre zonas de piedra
suelta.
En todo caso no resulta peligrosa y está equipada con barandilla de madera en
las zonas de más dificultad.
Ruta ideada para practicar a pie.
La ruta transita junto a la garganta de los Acebos, a la que remonta por una
senda prácticamente cubierta por la abundante vegetación de sus orillas.
El final de la ruta lo marca un panel con el texto “Garganta de los Acebos”
y cerca del mismo, tras una barandilla de madera, se localizan los pies de acebos
que dan nombre a la garganta y a la ruta, auténticas estrellas de este entorno por
la dificultad de hallar esta especie (catalogada como vulnerable en Extremadura)
en zonas tan meridionales.
Aunque consideremos este punto como final de ruta, con prudencia por la abundancia
de piedra suelta, unos metros más arriba hay un último atril identificando a la
vid silvestre, justo a los pies de una bonita cascada con la que el agua
vence el escollo de los cantiles de cuarcita.
Recorrido de la segunda etapa:
En el inicio de la ruta, marcada por la señalización principal, tomaremos una
senda hasta el pilón forestal.
Desde este punto, seguiremos una pequeña senda en el margen izquierdo del arroyo
que nos conducirá por un bosque de pinos hasta un gran roquedo, alrededor del cual
se encuentran unos pies de acebos (Ilex aquifolium, especie catalogada vulnerable
en Extremadura) que rodeamos por la derecha.
Una vez rodeado el roquedo volveremos al lado del arroyo sin cruzarlo.
Caminaremos por un tupido bosque de pinos, ascendiendo por la vaguada hasta
llegar a una pista forestal.
A partir de aquí tomaremos a la izquierda hasta una cerrada curva donde encontraremos
unos barracones donde vivían los trabajadores que reforestaron estos montes a mediados
del siglo pasado, de interesante valor antropológico.
Valores:
Se trata de una ruta de carácter netamente botánico.
Además de la vegetación propia de los bosques de galería con álamos, fresnos
y sauces, la ruta transita entre quejigos, majuelos, lentiscos, romeros, madroños,
cornicabras, arraclanes, acebos, trepadoras como la vid silvestre y en primavera,
las bellas flores de las peonías.
También la ruta ofrece buenas posibilidades de observar aves forestales como
mitos, herrerillos, petirrojos, picos picapinos y oropéndolas, e incluso pequeños
mamíferos como comadrejas, garduñas o ginetas.
La presencia de agua y la frescura de la sombreada garganta es un atractivo
adicional para realizar esta ruta en los meses de estío.
SENDA “La Grajera” SL BA 244
Espacio: Reserva del Cijara – MUP nº 09 “Las Navas y Puerto Lobo para Allá”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°17’58.0”N 4°47’26.9”W
Distancia: 2,70 kms
Desnivel: 62 m
Tiempo estimado: 1h20m a pie
Tipo de Ruta: Lineal I/V
http://goo.gl/BmBCR2
Recorrido:
Ruta de ida y vuelta de muy corto recorrido, cuya única dificultad reside en
que discurre por una senda entre abundante vegetación que en algunos tramos no está
del todo definida.
En todo caso no resulta peligrosa ni permite perderse, pues sólo hay que seguir
el curso de la garganta de los Acebos hasta su desembocadura en el arroyo del Encinarejo.
Es una ruta ideada exclusivamente para practicarla a pie. La ruta transita en
todo momento junto a la garganta de los Acebos, en sentido contrario a la ruta del
mismo nombre que parte también de las Boyerizas.
El final de la ruta se encuentra en un calvero a los pies de los riscos de la
Grajera, ofreciendo unas bonitas vistas y actuando como observatorio natural de
las aves que habitan estos cantiles cuarcíticos.
En estos es posible admirar el vuelo de alimoches, buitres leonados, águilas
reales y perdiceras, cigüeñas negras o chovas piquirrojas.
Valores:
La senda en muchos tramos está prácticamente cubierta por la abundante vegetación
circundante: quejigos, encinas, espinos majuelos, lentiscos, jara, madroños, cornicabras,
brezos... y en primavera, las bellas flores de las peonías.
El resto de recorrido, al transitar junto a la garganta y entre una maraña forestal,
facilita la observación de aves de este hábitat como azores y gavilanes,
rabilargos, pitos reales, palomas torcaces o arrendajos.
RUTA “Los Robledillos” PR BA 263
Espacio: Reserva del Cijara – MUP nº 09 “Los Chopos”, MUP nº 27 “Los Robledillos”
y MUP nº 06 “Baldíos o 1ª PHC, Dehesa Boyal y Egido”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°19’20.9”N 4°57’01.1”W
Distancia: 14,90 kms
Desnivel: 264 m
Tiempo estimado: 3h45m a pie y en bicicleta 1h10m
Tipo de Ruta: Circular http://goo.gl/HqUXhl
Acceso:
La ruta parte desde el Centro de Interpretación de los recursos del entorno
del Cíjara, en el paraje de los Robledillos, que también dispone de un observatorio
de la Berrea.
Se encuentra en la carretera BA-077 que une la presa del Cijara con la localidad
de Helechosa de los Montes.
Se trata de una ruta circular cuya única dificultad reside en la distancia y
en que supera algunos desniveles pronunciados, pues por lo demás transita en su
mayoría por caminos y pistas forestales de tierra en muy buen estado.
Recorrido:
Partiremos del Centro de Interpretación siguiendo las indicaciones de la ruta
para adentrarnos en la Reserva del Cijara, dejaremos a nuestra derecha un pilón
para encontrarnos a los pocos metros un cruce de rutas, donde continuaremos por
la derecha.
Este tramo discurre paralelo a la vaguada del arroyo de las Nueve Voces que
no abandonaremos hasta llegar a la pista principal de la Reserva, en el Cruce de
las Mesas, y que además coincide con el Camino Natural del Guadiana.
Tomaremos esta pista principal a la izquierda en dirección a Valdemoros y su
observatorio de la berrea.
Tras recorrer unos 4 kms nos desviaremos a la izquierda iniciando el descenso
hacia Helechosa de los Montes por el antiguo camino de Herrera del Duque hasta esta
localidad, que tomaremos al abandonar la pista central.
Aunque acusado, es una de las zonas más bellas del recorrido, pues la vertiente
de los Batanes primero y el arroyo de los Huertos después, presentan unas vistas
muy sugerentes.
Este último además tiene una zona de bonitos saltos de agua y sin duda, el paso
por la piscina natural de Helechosa de los Montes, algunos metros más abajo, es
un atractivo para realizar esta ruta en los meses de estío
Valores:
La ruta transita en las zonas altas por bosques de pino piñonero y resinero.
Mientras, en las zonas de los arroyos de las Nueve Voces y de los Huertos, donde
se sitúa la piscina natural de Helechosa de los Montes, la vegetación mantiene el
aspecto del bosque original de galería, con sauces, fresnos, álamos y en sus laderas
abundantes especies arbustivas como durillo, jara, lentisco, romero, brezo y torvisco.
Lo mismo ocurre en las zonas cercanas a la carretera entre Helechosa y los Robledillos,
donde se alternan cultivos de olivo y bosquetes de quejigos y encinas.
Toda la ruta ofrece buenas posibilidades de observar ciervos, gamos y corzos,
así como el vuelo de grandes rapaces como el águila real, buitre negro y leonado,
águila culebrera, alimoche y de otras especies como la cigüeña negra.
También resultará fácil observar otras aves como rabilargos, zorzales, palomas
torcaces, tarabillas, currucas o carboneros.
SENDERO del “Sotillo”
Espacio: Reserva del Cijara – MUP nº 40 “Valdemoros”
Grado de dificultad: Media-Baja
Coordenadas: 39°10’02.1”N 4°55’09.1”W
Distancia: 16,20 kms
Desnivel: 260 m
Tiempo estimado: 5h25m a pie
Tipo de Ruta: Circular
http://goo.gl/tcRMLO
Por el camino público que va desde Fuenlabrada de los Montes a la Reserva Regional
de Caza del Cíjara hasta el puerto del Sotillo.
Recorrido:
Partiremos desde el aparcamiento en el Puerto del Sotillo, subiremos a nuestra
izquierda por un pequeño camino entre jaras hasta llegar a unas instalaciones provisionales
para la detección de incendios.
Ahora caminaremos a lo largo de la cuerda de la sierra por una senda hasta un
nuevo collado y a una pista forestal la cual tomaremos por la derecha.
Tras una bajada, llegaremos a un cruce y seguiremos por la pista que nos encontraremos
de frente.
Seguiremos descendiendo hasta llegar a una nueva pista, en la cual tomaremos
a la derecha.
Esta pista, que rodea una charca, nos conducirá hasta una bifurcación; abandonaremos la pista principal para seguir caminado por una vía de saca de madera.
En una curva señalizada donde comienza el tramo de ida y vuelta tomaremos a
nuestra izquierda y descenderemos por un pasillo realizado en el bosque de pinos,
que nos llevará hasta otro tramo de pista forestal.
De nuevo y ya en la pista caminaremos hacia la derecha y en descenso, hasta
llegar al área recreativa del arroyo del Sotillo.
Caminaremos aguas arriba junto al arroyo que quedará a nuestra izquierda aún
rodeados de bosque.
Al final de este tramo estaremos en una curva casi despoblada de vegetación,
en la cual tomaremos a nuestra izquierda.
Tras un tramo de un cortafuego volveremos a tomar a la izquierda.
Llegaremos a una bifurcación donde encontraremos un cartel a la derecha anunciándonos
la llegada al “Estanque del Sotillo” donde encontraremos el refugio forestal de
“El Refugio de Andrés”, aquí encontraremos agua y un lugar idóneo para descansar
y refrescarnos.
Desde el refugio, continuaremos volviendo en sentido contrario al inicial, ahora
nos guiaremos por unas pequeñas flechas direccionales que están colocadas en los
postes de las señales del sendero del sotillo y que son únicamente visibles en la
dirección en la que caminamos ahora.
Recorreremos este tramo hasta llegar al final del pasillo realizado en el bosque.
A partir de aquí tomaremos a nuestra izquierda, caminaremos por un carril y encontraremos
una bifurcación en una planicie dentro del bosque en la que tomaremos a la derecha.
Llegaremos a una nueva pista la cual tomaremos a nuestra izquierda y seguiremos
hasta llegar de nuevo al aparcamiento, saliendo previamente de la zona de Reserva
por un paso canadiense.
Valores:
Bosques de pinos, quejigos, encinas y manchas de monte mediterráneo de madroños,
brezos y romeros entre otros.
Destaca el arroyo del Sotillo con helechos en el sotobosque que ocupan frecuentemente
los cérvidos en las parideras.
Además, encontramos formaciones geológicas interesantes a las que se puede acceder
tomando las pertinentes precauciones.
Zona interesante al final del otoño en la recogida de los preciados níscalos.
Habitan estos parajes aves como el azor, el arrendajo, el pico picapinos, las palomas
bravías y un sinfín de paseriformes.
No olvidemos que en nuestro viaje podremos observar alguno de los numerosos
ciervos, gamos, jabalíes y corzos que existen en la zona (situada dentro de la Reserva
Regional de Caza de Cíjara).
SENDERO “Pretura del Benazaire”
Espacio: MUP nº 9 “Las Navas y Puerto Lobo para Acá”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°12’40.4”N 4°57’07.2”W
Distancia: 6,54 kms
Desnivel: 20 m
Tiempo estimado: 1h40m a pie
Tipo de Ruta: Lineal I/V http://goo.gl/vaLrMt
Acceso:
Comienza la ruta en la casa forestal del Cubo, a la que se accede desde Herrera
del Duque por la pista asfaltada al puerto de las Navas y pasando la embotelladora
de agua.
Recorrido:
Partiendo la casa forestal del Cubo, cruzaremos la pista central y nos dirigiremos
por el camino hacia el área recreativa junto al arroyo Benazaire, el cual cruzaremos
por la pasarela peatonal.
Pasada esta pasarela continuaremos bajando por una vereda paralela al cauce
del río, dejando siempre a nuestra izquierda una valla de delimitación de la dehesa
y el propio arroyo Benazaire, hasta llegar al Azud de la Pretura.
Seguiremos la vereda que corre unos metros por encima del curso del arroyo.
Se transita bien, pero es inevitable el roce de hojas, flores y ramas que forman
el fabuloso pasillo verde que estamos atravesando.
Hacia el centro de la pretura todo es más estrecho; en la cara opuesta se desarrolla
toda una serie de formas en las cuarcitas.
Una vez en la Pretura divisaremos un farallón enmarcado por un hermoso paisaje,
en su cúspide se ve un castillón demolido y algunas ruinas que se dice pudieron
ser prerrománicas.
Desandaremos nuestros pasos para volver al punto de partida.
Valores:
La vegetación es muy densa de monte bajo, encina, alcornoques, coscojas, chopos,
alisos, fresnos, (típicos de ribera que deberían estar protegidos porque se utilizan
para hacer cazuelas).
También podemos observar tamujas, jaras, madroños, quejigos, espinos, nenúfares,
y en la zona de umbría abundantes helechos.
La fauna que puede avistarse son nutrias, cangrejos de río que pueden verse
en un agua limpia y cristalina, venados, jabalíes, gamos, corzos, zorros y gran
cantidad de aves de dehesas y roquedos como el águila real y buitres leonados.
CAMINO a Guadalupe.
Espacio: Corredor Ecológico y de Biodiversidad Río Guadalupejo– LIC y ZEPA “Puerto Peña- Los Golondrinos”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°16’49.9”N 5°06’05.6”W
Distancia: 17,20 kms
Desnivel: 80 m
Tiempo estimado: 4h05m a pie y 1h20m en bicicleta
Tipo de Ruta: Lineal I/V
http://goo.gl/BOFaO
Acceso:
Comenzaremos nuestro recorrido en el albergue municipal “San Matías”, cerca de la ermita que da nombre a éste, en el pueblo de Castilblanco.
Recorrido:
Cruzaremos la carretera N-502 y entraremos en la dehesa “Mohedas de la Cruz”,
caminando siempre entre dos alambradas, una a cada lado, por lo que nos facilitará
nuestro avance.
Durante nuestro camino atravesaremos varias cancillas, las cuales no debemos
olvidar cerrar al pasar.
Estas, además refuerzan la señalización de la ruta con pintura roja y blanca,
que marca el recorrido de la ruta GR de Camino de Levante a Guadalupe, con el que
coincide este tramo de nuestra ruta.
Pasaremos cerca de varios cortijos a nuestro paso y antes de llegar al “Cortijo
del Herradero”, que nos encontraremos de frente, nos desviaremos a la izquierda.
Pasados unos metros de nuevo a la izquierda nos encontraremos un poste de señalización
a la derecha del camino, para continuar nuestro recorrido por el “Cordel Leonés”.
Esta vía pecuaria se encuentra señalizada.
Más tarde y llegados a un paso canadiense, abandonaremos el cordel girando a
nuestra derecha y tomaremos rumbo hacia el río en una bajada de pendiente suave.
Al fondo podremos ver la impresionante Central Nuclear de Valdecaballeros, actualmente
en desuso.
Nuestros pasos nos llevarán al tramo final, donde desembocan los ríos Guadalupejo,
Silondrillo y Moñigoso.
En este momento giraremos a la izquierda para llegar al río Guadalupejo.
El camino de vuelta se realiza por el mismo recorrido por el que vinimos, hasta llegar otra vez al albergue.
Valores:
Podremos disfrutar de la fauna del entorno: garzas, cigüeñas, grullas, gamos,
jabalíes y de su vegetación de ribera que le ha valido la calificación de “Corredor
ecológico y de la biodiversidad”.
SENDA “Collado de los Aguaciles”
Espacio: ZEPA “Puerto Peña- Los Golondrinos”
Grado de dificultad: Baja
Coordenadas: 39°11’05.4”N 5°07’54.3”W
Distancia: 3,18 kms
Desnivel: 226 m
Tiempo estimado: 1h00m a pie
Tipo de Ruta: Lineal I/V
http://goo.gl/Lw6487
Acceso:
Desde la pedanía de Peloche en la carretera a Herrera del Duque.
Recorrido:
El recorrido comienza antes de llegar a la localidad de Peloche, junto al pilón-
abrevadero. Tras andar unos breves metros por un tramo asfaltado, giraremos a la
derecha por una pista en buen estado.
Tras recorrer aproximadamente unos 700 metros nos encontraremos con una bifurcación,
tomando el camino de la derecha tras andar otros 400 metros abandonaremos el camino
para tomar una senda que nos sale a la derecha.
Esta pequeña senda asciende hasta el collado de los Alguaciles y nos adentra
en la fragosidad del monte.
Durante la ascensión podremos observar bosquetes de fresnos, castaños, quejigos,
pedrizas con cerradas espesuras de madroños, durillos, labiérnagos y cornicabras.
El recorrido de la senda en zig –zag nos llevará hasta el pico del collado de
formaciones rocosas desde donde podremos ver un hermoso paisaje y amplias vistas
de Herrera del Duque, Peloche y el río Guadiana.
Al tratarse de un recorrido de ida y vuelta, el regreso lo realizaremos desandando
nuestros pasos.
Llaman la atención plantas trepadoras como la madre selva y zarzaparrilla que
se encaraman a las copas de los árboles.
Encontraremos helechos y musgos, junto a la gran variedad de especies vegetales
en la umbría de la sierra, más fresca y húmeda.
Valores:
Bosque mediterráneo de singular belleza y espesura.
Pese a la dura ascensión atravesaremos zonas de gran riqueza ecológica y las
vistas desde el collado habrán merecido la pena.
Además, es un lugar idóneo para avistar todo tipo de aves y animales típicos
de la zona.
La Siberia es también una gastronomía fascinante y desconocida,
quizás menos popular que otros de los atractivos de la zona, pero que bien puede
ser el eje de una escapada por la comarca.
Productos, recetas, tapas y dulces. Estos son algunos de
los motivos por los que la gastronomía no puede faltar en ningún viaje a La Siberia.
QUESO DE CASTILBLANCO
Ángel Muro, el célebre gastrónomo del S.XIX, lo colocaba
entre los quesos más famosos de España.
Un queso de leche de cabra, curado o madurado en aceite
que es un viaje en el tiempo.
LA CAZA Y SU COCINA
La Siberia es llanuras y cultivos, pero
es también dehesas y sierras. Así que si algo destaca aquí gastronómicamente es
la caza.
En La Siberia hablamos de jabalíes, corzos,
gamos y venados.
Y con ellos, una gastronomía única. El
tasajo, que aún preparan algunas carnicerías, o los embutidos de caza, sin ir más
lejos. Y los grandes estofados que, en temporada, pueden encontrarse en los restaurantes
en Villarta o en Herrera.
DULCES TRADICIONALES
Quizás la repostería sea uno de los grandes
tesoros de la comarca. Y uno de sus grandes secretos.
Son muchos los pueblos que aún cuentan
con obradores artesanales que elaboran a diario dulces únicos y que, durante determinadas
celebraciones, se convierten en un hervidero, en un ir y venir de gente que hace
cola para llevarse esas elaboraciones que tal vez sólo están disponibles durante
unos días cada año.
Candelilla, sepulturas, chaquetías, almendradillos,
madalenas de latillas, canutos, mantecados de cajón, rosquillas de yema, tortas
de bizcocho y, por supuesto, clásicos del sur extremeño como perrunillas o pestiños
se elaboran de manera artesanal en hornos y obradores dispersos por la comarca.
LA MIEL DE FUENLABRADA DE LOS MONTES
Poca gente lo sabe –otro secreto más de
La Siberia- pero Fuenlabrada de Los Montes, un pueblo de algo menos de 2.000 habitantes,
produce casi el 10% de toda la miel que se cosecha en España.
No es sorprendente, por lo tanto, que
la dulcería de la comarca tenga en la miel uno de sus ingredientes principales.
O que el pueblo cuente con un pequeño
museo de la miel desde el que, además, se disfruta de unas vistas espectaculares,
con la Sierra de La Umbría y la Sierra de Los Villares recortándose en el horizonte.
LAS MIGAS
Que las migas son una de las joyas de
la cocina tradicional española es algo de lo que no pienso apearme.
Son el ejemplo de que la cocina humilde
puede ser mágica, de que no hacen falta ingredientes costosos y de que un plato
puede encerrar la esencia de un lugar en cada bocado.
Eso ocurre en Helechosa de Los Montes,
donde eran** un desayuno tradicional** en días de matanza o de cacería, servir en
el desayuno con sus chacinas, su pimiento verde frito, sus pimientos rojos secos
y su arrope.
LAS SOPAS SIBERIANAS
No siempre están en carta, aunque sí con
frecuencia, así que lo mejor es que llames y encargues, porque si no quieres irte
sin probar la sopa de tomate, con un toque de comino, o el curioso ajoblanco siberiano.
LAS CALDERETAS
Seguimos con el recetario de siempre, porque las calderetas
no pueden faltar en una zona ganadera y de caza.
Son la versión local de ese guisote reconfortante que levanta
a los muertos por mucho frío que haga y pueden prepararse con todo tipo de carnes:
de cordero, de cabrito o, como hacen en Helechosa, de venado.
EL ESCARAPUCHE
Y ya que estamos con la tradición vamos con platos casi
perdidos que, por suerte, están volviendo poco a poco.
El escarapuche está a medio camino entre un aliño y una
ensalada, pero de pescado o de carne, y es uno de esos platos sencillos en los que
el único secreto está en la calidad de las materias primas.
En Peloche se elabora con pescados de río, una receta que
a punto estuvo de desaparecer con la construcción de los grandes embalses.
También se prepara el escarapuche de carne, con magro de
cerdo o incluso con conejo, que se ha extendido a otros pueblos cercanos
Sea una versión o la otra, el ingrediente principal se
hace a la brasa y se aliña luego con cebolla, tomate, si acaso pimiento y –aquí
está la clave- un vinagre de calidad.
FUENTES:
https://turismolasiberia.juntaex.es/descarga-de-folletos
https://turismolasiberia.juntaex.es/
https://lasiberiabiosfera.com/
https://www.comarcalasiberia.com/
https://www.academia.edu/2061474/Gu%C3%ADa_del_Tholos_del_Cerro_de_la_Barca_Valdecaballeros_Badajoz_
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