El paraje natural de Gamellons se sitúa
en la zona mas oriental de la comarca, en el límite del término municipal entre
Ontinyent y Fontanars dels Alforins. Es de fácil acceso, dejando atrás la CV-81
(que es la carretera por la que llegaremos hasta el cruce donde nos desviamos
al paraje), se puede acceder por una pista de tierra hasta la misma fuente y la
antigua casa de forestales.
Ilustración 1: Itinerario desde
Ontinyent al paraje de Gamellons. Fuente:
Elaboración propia
Gamellons nos ofrece un paraje de singular belleza por sus fuentes, sus sendas y su densa cubierta vegetal, demasiada en ocasiones, con el riesgo que esto conlleva para los incendios. Además, es una zona que se caracteriza por su diversidad de flora y fauna, que fue una de las razones para que se presentara la propuesta de protección del paraje. La ornitofauna es el mejor indicador de la calidad de biodiversidad de la zona.
Si algo caracteriza a Gamellons, además de por sus valores naturales, es por su historia. El paraje hoy en dia es un lugar visitado ocasionalmente por senderistas, ciclistas, cazadores o domingueros, pero en algún tiempo fue un lugar de vida, donde hubo gente que aquí pasaba sus días, trabajando en el monte, cultivando sus alimentos, cuidando a sus animales o abasteciéndose de agua de la fuente. Hoy en día, si recorremos el paraje, todavía podemos encontrar vestigios de toda aquella actividad.
Ilustración 2: Fuente de Gamellons
en la actualidad Fuente: Elaboración propia.
En este documento lo que se pretende es poner en valor los rasgos excepcionales de este paraje y su entorno, tanto los naturales, los materiales y los inmateriales.
Posiblemente el rasgo más
conocido en este paraje por los habitantes de este territorio sea la fuente de
Gamellons, de la que siempre emana agua cristalina de estos montes. Quizás para
los visitantes actuales no sea mas que una fuente donde parar a refrescarse,
pero en otros tiempos era de vital importancia, ya que tanto para las personas
que trabajaban en las repoblaciones de estos montes como para las que aquí vivían,
o los animales que les ayudaban a las tareas que desempeñaban, era el único
suministro de vida que por aquí tenían para poder resistir la dureza de tiempos
pasados.
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