EL PAN DE HOY, EL TRIGO DEL MAÑANA
El Tratado Transatlántico de comercio e inversiones o
TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) es un polémico tratado de
libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos.
De una forma más concreta, el fin de este tratado es
reducir o eliminar las barreras arancelarias que pueden existir entre la Unión
y EEUU, liberalizar nuevos mercados y armonizar cierta legislación entre ambos.
Sobra decir que este tratado es de vital importancia para
las economías de los países que lo firman, y ha suscitado varias críticas que
podrían acabar echándolo abajo. Una de las más importantes es la falta de
transparencia con la que ha sucedido todo: los principales textos de la
negociación permanecen ocultos a la ciudadanía, existiendo una cláusula para no
permitir su publicación en 30 años. Además, existe un pronóstico fiable de
pérdida de empleo, hay estudios que predicen hasta 600000 empleos perdidos
debido al TTIP.
Aunque existen otro tipo de criticas, como la pérdida de
derechos o la degradación de la democracia, nos centraremos en la pérdida de
empleo, ya que la propia Comisión ha reconocido que los que más perdida de
empleabilidad van a padecer son los pequeños agricultores y ganaderos.
Este acuerdo, en mi opinión, perjudica gravemente sobre
todo al pequeño agricultor europeo. De hecho, el primer objetivo del TTIP es
eliminar todas las obligaciones aduaneras existentes entre la Unión Europea y
Estados Unidos. Esto crea conflicto con el tema que nos ocupa, ya que las
obligaciones aduaneras son prácticamente inexistentes en todos los sectores
excepto en el sector agrícola, en el que aún son elevadas.
Para entender mejor la idea de que el TTIP perjudica al
agricultor europeo, hay que poner en valor las diferencias entre la agricultura
europea y la americana:
EEUU tiene tres veces más superficie agraria que la UE, y
tres veces menos explotaciones agrarias. Esto nos viene a decir que cada
explotación agraria suya es mucho mayor que
nuestra media.
En la UE la media de hectáreas por explotación es de 18
mientras que en EEUU es de 176. De hecho, en la UE se considera una gran
explotación agraria aquella que tiene más de 50 hectáreas. En EEUU, una con más
de 800.
Como vemos, nuestra forma de vivir y comprender la
agricultura es completamente distinta. Aquí, lo normal es un pequeño agricultor
que trabaje su propia tierra. Allí, lo más normal son grandes propietarios con
miles de hectáreas.
El Departamento de Agricultura de EEUU, elaboró un
informe contemplando tres escenarios posibles y las ganancias que podrían conllevar
cada uno de ellos:
En un primer escenario, se eliminarían las obligaciones
arancelarias conservando un cierto grado de protección a cada lado. En este
caso, las exportaciones estadounidenses aumentarían 5.500 millones de dólares,
siete veces más que en el lado europeo.
En el segundo escenario, si se eliminan todas las
barreras, incluidas las del sector agrícola, las exportaciones de EEUU a Europa
crecerían hasta casi 10.000 millones de dólares, frente a 2.000 millones para
el lado europeo.
En el tercer escenario, eliminar una serie de medidas no
arancelarias muy limitadas y “podría llevar a los consumidores a optar por
productos elaborados domésticamente frente a las importaciones”. En este caso,
los beneficios serian escasos para ambos.
En conclusión, este tratado tiene un claro vencedor: la
economía estadounidense; y un claro perdedor: el sector primario europeo, Y SOBRE TODO EL ESPAÑOL!!.
https://www.ecosia.org/images?q=IMAGENES+DE+CAMPOS+DE+TRIGOS+ARRASADOS
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