domingo, 11 de marzo de 2018

Parque natural Chera-Sot de Chera


PARQUE NATURAL CHERA- SOT DE CHERA

El Parque Natural de Chera-Sot de Chera se encuentra situado al noroeste de la provincia de Valencia en un precioso entorno de la comarca de los serranos. Está constituido por grandes desfiladeros y abruptas montañas que albergan los fértiles valles ocupados por las tierras de labor. Da lugar a un  singular paisaje constituido a lo largo de la historia por las diferentes culturas y tradiciones que han colonizado estas tierras.




El parque abarca una extensión de 6.451,17 Ha. Es un territorio donde se encuentran valores culturales, paisajísticos y medioambientales de gran relevancia. Los más destacados son la biodiversidad, geodiversidad, y riqueza hidrológica.
Chera se encuentra situado en el interior de una fosa tectónica y rodeada de picos de hasta 1.100m, mientras Sot de Chera lo hace entre anticlinares y sinclinares. Dado esto, la superficie del terreno es muy abrupta y escarpada y por ello este lugar es único y de gran interés didáctico y científico, por lo que ha hecho que este parque haya sido merecedor del primer Parque Geológico de la Comunidad Valenciana.

Por los angostos barrancos que han sido excavados en la caliza y por las cascadas que forman este paraje tan hermoso discurre el río Reatillo o también llamado Sot desde su salida del embalse de Buseo, que fue el primer embalse construido en la cuenca del Turia.
Diversas características del clima y el relieve del territorio han hecho posible la existencia de una gran variedad de hábitats, junto con la actividad del hombre a lo largo de la historia. Este terreno tan abrupto favorece la aparición de ambientes y paisajes llenos de contrastes.






Por un lado tenemos el bosque mediterráneo que puebla nuestros montes, donde la fauna y flora se encuentran adaptados a  este clima de inviernos templados, veranos secos y otoños y primaveras con abundantes precipitaciones; y por otro lado, encontramos el bosque de ribera situado en las orillas del río Sot o Reatillo, del Embalse de Buseo y en el fondo de los barrancos, cuyo suelo está empapado de agua, la vegetación es caducifolia y donde se refugia su fauna característica (aves acuáticas, anfibios, peces, etc.).
Las múltiples montañas escarpadas y paredes rocosas, albergan diversas especies de rapaces y vegetación rupícola. En los entornos de las cascadas que forman los travertinos, encontramos especies vegetales, algas y bacterias propias de estos ambientes. Las cuevas formadas por superposición o por disolución de roca, constituyen ecosistemas singulares y frágiles, en cuyo interior habita una fauna característica (murciélagos, artrópodos cavernícolas, etc.).



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