sábado, 17 de marzo de 2018

Posidonia

Posidonia

Debido a la importancia de esta especie en todo el territorio mediterráneo fue 
incluida en multitud de proyectos conservacionistas entre los que destacan su 
inclusión como Patrimonio de la humanidad multitud de praderas de posidonia 
en las Islas de Ibiza y Formentera, y proyectos específicos a esta única especie.


Al contrario de lo que todo el mundo piensa, no es un alga. Vive en el mar y tiene 
aspecto de alga pero en realidad es una planta superior, esto es, con raíces, 
tallos, hojas, flores y frutos.

Es una especie endémica del Mar Mediterráneo, es decir, sólo vive en este mar, 
aunque tiene algún pariente en aguas australianas. Forma extensas praderas en 
los fondos marinos arenosos hasta una profundidad de 30 – 40 m, pudiendo
crecer a más profundidad.

Puede vivir en aguas de entre 10 – 28 ºC y es indicadora de aguas limpias y 
oxigenadas.
Posidonia por: Manu San Félix
Sus hojas y sus rizomas son un sitio ideal para que animales y vegetales sésiles 
(que no pueden moverse por sí solos) puedan vivir ahí, atrayendo a otras muchas 
especies. Alrededor de 1.000 especies diferentes de animales conviven en las 
praderas de posidonias gracias a que esta les proporciona refugio y alimento. 
Animales como las estrellas de mar, los erizos, las esponjas, los caballitos de mar 
y los moluscos se reproducen entre las praderas de posidonia. Además, 
centenares de peces ponen sus huevos en estas praderas.

Las praderas de posidonia constituyen una de las fuentes principales de 
oxígeno del Mediterráneo y gran parte de este oxígeno pasa a la atmósfera.
Se calcula que cada metro cuadrado de pradera produce hasta 20 litros de 
oxígeno al día. La posidonia actúa como un filtro que se encarga de mantener 
limpias y transparentes las aguas del Mediterráneo.
De hecho,se utiliza como bioindicador de aguas.
Fibras de posidonia. Fuente: http://lomigjorn.blogspot.com.es/

La posidonia también protege a las playas de la erosión ya que actúa como 
barrera frente a las corrientes y a las olas. En invierno, cuando sus hojas
muertas llegan a la costa, también la protegen de las tormentas.

Un problema actual es la desaparición de las praderas de Posidonia cerca de 
la costa debido a la pesca de arrastre y las anclas de los barcos, que las van 
arrancando y así destruyendo todo el ecosistema ligado a ella. Esta planta es 
muy sensible a la contaminación y al fenómeno llamado eutrofización, por el que 
se da un aumento de nutrientes en el medio, haciendo que sus organismos 
epífitos crezcan mucho, impidiendo que la planta pueda hacer la fotosíntesis.

Como curiosidad, en 2006 se descubrió en las Baleares una planta de Posidonia 
de cerca de 8 km de largo, a la que se le atribuyó una edad de 100000 años. 
La planta se sitúa en el interior de una pradera que se extiende unos 700 km² 
desde la zona de Es Freus hasta la playa de Ses salines. La identificación de la 
planta fue posible gracias al uso de marcadores genéticos. El descubrimiento fue 
fortuito, ya que se estima que dentro de esta pradera viven cien millones de 
ejemplares de la misma especie. Se cree que esta planta es uno de los 
organismos vivos más grandes y longevos del mundo.

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