miércoles, 14 de diciembre de 2022

Una ruta personal por el castañar

 

    Comenzamos la ruta con una subida en coche desde 'El Tiemblo'. Los caminos, contariamente a lo que me habían dicho, están bastante cuidados y el acceso es sencillo. El paisaje que se disfruta en este breve trayecto de unos 15 minutos sin duda merece la pena casi tanto como el castañar mismo, ascendiendo por la ladera de los montes hasta integrarnos de lleno en el bosque, donde existe un pequeño parking muy bien adaptado al terreno y que cuenta con accesos para minusválidos. Esto último nos parece importante recalcarlo porque la ruta circular (de la que ya hablamos en la primera entrada), que es muy breve, es apta para personas con movilidad reducida u otras discapacidades. El terreno es bastante llano, seguro y constante.

   Tras dejar el coche, se comienza la ascensión por un camino que viene a parar al 'refugio', una estructura de sillería que cuenta con chimenea y asientos y en los que resguardarse del frío y la lluvia. Ignoramos cómo estará la legislación, pero parece estar bastante en deshuso (como ya comentamos en la foto del concurso del blog) y no nos pareció muy apto la idea de hacer fuego dada la  cercanía de matorral, árboles y combustible orgánico. 

El castañar a la altura del refugio

Foto del autor


    A pocos metros de este refugio, primera parada obligada tras la subida, nos encontramos sin duda la gran joya del bosque: el abuelo. Este castaño centenario tiene sin ninguna duda el record de longevidad del bosque. A continuación la ruta comienza su descenso y vamos flanqueando el río rodeados de castaños de gran envergadura y helechos en el sotobosque, que en esta época del año comienza a secarse, junto con sus cortejo mayor de castaños, por lo que todo el suelo se encuentra cubierto de hojas y humedad. Sin duda esta época del año es de las más demandadas turísticamente por este motivo, por lo que la carga física y social se ven algo comprometidas y el disfrute de la experiencia es algo tenue por no tener en ningún momento la sensación de "aislamiento" que algunos buscamos. Claro que, naturalmente, nosotros mismos contribuimos a ello y a la experiencia de otras personas.

    Tras una caminata de una media hora, comenzamos la vuelta circular, siempre rodeados de los castaños y de grandes ejemplares que sin duda no tienen nada que envidiar al gran "abuelo" del bosque. Tras pasar de nuevo junto al majestuoso anciano, nos despedimos de él y desandamos el mismo camino del principio, hasta nuestra próxima visita.



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