El bosque es conocido principalmente por los castaños que le dan nombre, algunos con varios siglos de vida y un tamaño monumental, pero cuenta asimismo con formaciones intercaladas de pino resinero (Pinus pinaster) y rebollo (Quercus pyrenaica). Junto al arroyo, que lleva agua todo el año, vimos enormes alisos y también enebros, brezos, helechos, rosales silvestres, diversas especies de sauces y avellanos. Entre las aves forestales hay arrendajos, gavilanes, pico picapinos, petirrojos, mirlos, zorzales…
De composición principal de castaños y robles, es un gran refugio de gran multitud de aves de todas las formas y tamaños. Entre los habitantes habituales que buscan refugio entre sus árboles encontramos especies de carpinteros como el pico picapinos, el pito real, el pico menor y el camuflado torcecuello. En los claros del bosque, si miramos al cielo, podemos observar aves de mayor porte como la culebrera europea, el buitre leonado o negro, el azor y el cuervo. No obstante, este bosque también conforma un lugar de paso y trasiego de otras aves, entre las que podemos encontrar arrendajos, mirlos, zorzales y petirrojos. En los arroyos, lavanderas, chochines, mosquiteros y currucas también se desplazan en busca de alimento como insectos y frutos, mientras que podemos observar al martín pescador sobrevolando el cauce en busca de peces.
En cuanto al entorno natural y vegetal, el paisaje interno es el de un bosque maduro, frondoso, sombrío y húmedo de castaños, acompañado por un sotobosque de majuelos, cerezos y acebos, entre otros, drenado por el arroyo de la garganta de la Yedra.
El suelo se encuentra cubierto de hojarasca y, en otoño, dado el carácter caducifolio de la mayoría de sus habitantes, se tiñe de colores ocres y dorados. El suelo, cubierto de hojarasca y humedad, presenta unas cualidades muy particulares donde abundan musgos, helechos, líquenes, hongos y cantidad de invertebrados. La falta de luz durante la primavera impide la germinación de muchas semillas, algunas de las cuales han sido defecadas por mamíferos, entre los que podemos destacar a los corzos, jabalíes, zorros, ginetas y garduñas.
En el momento de nuestra visita, quizá la época del año de mayor valor a nivel paisajístico dado el carácter caducifolio de sus plantas, encontramos el suelo teñido de las hojas de los castaños, con los árboles a medio "esquilmar" todavía, así como gran variedad de setas, hongos, musgo, helechos moribundos y gran humedad, con todo el suelo cubierto de las castañas que alimentan a gran cantidad de animales del bosque.
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