La huella del pasado
Llegamos al rasgo que a mi parecer es el que más valor le da a este municipio aunque también hay que decir que no es algo muy conocido debido a la dificultad que supone llegar a ellas. Para llegar a ella hay que realizar una ruta de unos 15 kilómetros de distancia total y lineal. Para llegar, gran parte de la ruta carece de senda alguna y por ello hay que ir atravesando gran parte del camino, arbustos como coscojas, carrascas… pero eso para el que le guste la montaña supone un valor añadido para hacerlo. Es fácil perderse, pero para evitarlo nos podemos descargar una app “Wikiloc” donde te dice por donde ir y donde te encuentras en cada momento y así asegurarnos llegar en un tiempo prudencial de aproximadamente 4-5 horas.
Se tratan de pinturas rupestres en un estado medianamente bueno para lo que es, donde se encuentra, los cuidados que tiene y sobre todo los cuidados que ha tenido cuando este pueblo tenía mayor importancia y había por lo tanto más afluencia de comercio, transeúntes… que dejarían su huella en el monte y también en las pinturas y es por ello que debemos de hacer un pequeño esfuerzo por tratar de ver los dibujos ya que algunos si se ven claramente las figuras humanas o de animales, pero otras están un poco más deterioradas.
En conclusión, durante este tiempo de pandemia, para los Valencianos que quieran disfrutar de naturaleza y cultura, deben de ir a ver estas pinturas que realmente te hacen sentir pequeño al pensar que en ese mismo lugar, miles de años atrás, estuvieron nuestros ancestros.
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