sábado, 19 de noviembre de 2022

Alimentos ecológicos auténticos

 

Como hemos mencionado anteriormente, los alimentos los pobladores lo conseguían de su entorno gracias a la agricultura de secano de cereales (avena, trigo, etc.), como base energética; legumbres (lentejas, habichuelas,…) como base de proteínas. También se practicaba la horticultura de secano en pequeñas parcelas llamadas “melonares”, pues lo principal era el melón, pero también verduras (acelgas, cebollas,…) y hortalizas (pepinos, pimientos,….) y como no, frutales, tales como olivos, vides, cerezos,…

 

 

 

Huertas entorno Pétrola. Foto propia



La dieta la  completaban con la carne y sus derivados lácteos de ovino que era el eje principal mediante el cual giraba entorno toda la gastronomía y su forma de vida en general. También en menor medida incluía algo de caprino. Como por ejemplo, la reservaban en ocasiones especiales, como bodas o bautizos.


Huertas entorno Pétrola. Foto propia


También eran protagonistas las gallinas, que se alimentaban tanto de su carne como de sus nutritivos huevos. Está claro que ya practicaban lo que se dice hoy “economía circular”, aprovechando su excrementos para usarlos como abono. Hay que resaltar que usaban una raza local llamada “Molinera”, pero oficialmente era Andaluza Franciscana. Los pavos, alimentados con plantas silvestres y del “amasao”, una especie de masa mezclada con harina de cebada, salvao y agua.

 

Gallinas con sus pollos. Foto propia


También era común que hubiera en las casas los conocidos palomares, para criar palomos, con los que hacían suculentos arroces y no menos sabrosos caldos.Y como no, también el conejo tenía cabida, por ser tierra de conejos no podía ser menos, los criaban aprovechando alguna gorrinera o similar, y le alimentaban con plantas cultivadas en sus huertos como la alfalfa y de silvestres como vallico.

 

Antiguo palomar ahora clausurado. Foto propia

 

Pero el rey indiscutible de esta zona era el cerdo, que era la con el que podían pasar todo el año sin penurias. Antiguamente usaban razas locales de tres tipos según el color de su pelaje: rojo, negro o blanco. De él como se dice “se aprovechaba todo, hasta el rabo”, como la grasa que usaban en la cocina provenía de freír las tajás de tocino. Y con este aceite se hacían los platos típicos como las gachas, las migas. Y para los peques les daban la pringue untándolo en pan como merienda.

Relacionado con este animal, era tradición de la matanza, y para chuscarrarlo usaban plantas silvestres como aliagas, cenizos,…

En cuanto a las bebidas alcohólicas y licores, la principal era el “zurracapote”, cuyos ingredientes eran mosto, aguardiente, peras y canela en rama.


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