Hoy nos adentraremos en la fraga en busca de unas antiguas ruinas, antaño importantes por ser almacenes del principal sustento alimenticio de la población: la castaña, alimento del hombre desde el paleolítico.
Esta construccion llamada “ouriceira”, que traducido podemos decir “ericera”, era una construccione para guardar los erizos, con la castaña todavía dentro, en el mismo monte donde se recogían. Los erizos se tapaban con hojas secas del mismo castaño, así se conservaban durante meses quedando protegidos de insectos y de animales como el jabalí. Consiste en una construcción, propia de Galicia y Asturias, de piedra con forma circular de más o menos un metro de diámetro, uno de altura y una entrada con puerta.
Foto antigua ouriceira |
Foto antigua ouriceira |
La importancia de estas construcciones radica en que, antaño, como ya he dicho, la castaña fue una fuente de alimento indispensable en la cocina rural gallega. Era el plato elemental entre el campesinado, se consumían asadas, crudas, secas o en harina, formando parte de la dieta todo el año. Pese a que la patata llegó a Galicia en 1576, lo hizo como planta ornamental y como forraje para el ganado. Nadie comía el tubérculo, pues lo culpaban de provocar enfermedades. No fue introducido en la mesa hasta que una serie de plagas como la “tinta” y el “chancro” asolaron los castaños y se convirtieron en el único modo de evitar la hambruna de finales del S.XVIII, como consecuencia de la crisis del cereal.
Los castaños forman parte del paisaje gallego desde hace siglos después de que los romanos introdujesen variedades más productivas, que las autóctonas, de este árbol. El castaño se convirtió en protagonista de la economía, aprovechándose su fruto, madera e incluso deshechos. Se exigía la plantación de castaños en las tierras arrendadas e incluso se cobraba parte de la renta en castañas.
Tan importante llego a ser la castaña que, a dia de hoy, aún celebramos en Galicia una fiesta dedicada a ellas. Una fiesta llena de misterios y simbología: el magosto, una fiesta de otoño, una celebración popular de la cosecha de las castañas que se celebra las primeras semanas de noviembre, entre el día de Todos los Santos (1/11) y el dia de San Martiño (11/11). Siempre gira en torno al fuego, donde se asan las castañas para comer familia, vecinos y amigos. Se cree que, en Galicia, tiene un vínculo con el Samaín, una festividad pagana de origen celta que honraba el final de las cosechas y el inicio de la estación del frio.
Cuenta la leyenda que por cada castaña que estalla en la hoguera, se libera un alma del purgatorio y que esta une a la celebración del magosto.
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