domingo, 27 de noviembre de 2022

Los Pozos de Las Nieves

 Este curioso aprovechamiento económico, derivado de la nieve y el hielo que se podía encontrar en los puntos más altos de Sierra Espuña durante los meses fríos, comenzó en el siglo XVI. Esto se llevó a cabo a través de la construcción de grandes depósitos, en zonas de umbría a más de 1.400 metros de altitud. Resultó ser una gran idea y este método fue prosperando, llegando a tener su auge durante los siglos XVII y XVIII, momento en el que hubieron hasta 25 pozos en uso, si bien fue decayendo con la implementación de la electricidad, durante el siglo XIX y se extinguió completamente a principios del siglo XX, cuando se abrió una fábrica de hielo en Totana.

Fotografía aérea de una serie de Pozos de la Nieve, obtenida del Archivo General CARM

En un principio, se construyeron con fines terapéuticos, para conservar alimentos y medicinas y para enfriar bebidas, si bien su consumo llegó a ser tan popular que se consideraba un artículo de primera necesidad en la zona y fue regulado por la fiscalidad de la Hacienda Real, siendo considerada una gran industria y negocio para la época.

Dibujo de como seria la estructura de un Pozo de Nieve, obtenido de www.allyouneedinmurcia.com


Los pozos se construían aprovechando los recursos disponibles en la zona, como piedras, arena, madera, yeso y cal, y llegaban a tener hasta 7 metros de profundidad, los cuales eran rematados por una cúpula que ayudaba a mantener la temperatura interior.          
En su momento de mayor auge, con los 25 pozos en funcionamiento, se podía llegar a almacenar hasta 25.000 toneladas de hielo, lo que los convierte en una de las mayores concentraciones de este tipo de estructuras en todo el mediterráneo.


Fotografía del estado actual de uno de los pozos, tomada por María Celdrán

Algo muy interesante era la forma de distribución que tenían, ya que gran parte de este hielo se comercializada en la capital de la región, Murcia, pero era imposible que se llevara durante el día, debido al calor. La técnica que utilizaban era la de extraer el hielo al atardecer y transportarlo, en mulas, por la noche, si bien incluso haciendo esto se llegaba a perder hasta el 50% del hielo por el camino.

Fotografía de una carreta cargada de bloques de hielo, obtenida de www.cosasdelorca.com



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