domingo, 15 de noviembre de 2020

Estrellas, otra nave del tiempo

Menorca fue declarada el año 2019 como destino Starlight. Esto significa que colabora con la declaración sobre la defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas. Por estar en medio del mar, con pequeños núcleos urbanos, es un lugar especial i único para poder contemplar el cielo nocturno. No hace falta desplazarse largas distancias como ocurre en la península, ya que a tan sólo a 10 minutos en coche podemos encontrar lugares increíbles, sin contaminación lumínica.


                              Faro de Faváritx  Fotografía de turismodeestrellas.com

Si lo que queremos es observar el firmamento desde el mar, tenemos la posibilidad de hacer salidas organizadas con un Llaüt, típica embarcación menorquina. También tenemos rutas a caballo por lugares y caminos perdidos, cenas especiales y de postre sesiones de astronomía con telescopios. Incluso ha abierto el primer hotel rural con certificación Starlight, poniendo especial énfasis en la protección del cielo y su observación.


                                         Fotografía de fundacionstarlight.org

 

Si tenemos que escribir la historia de nuestro planeta y la de sus habitantes, sus orígenes, de dónde venimos y hacia dónde vamos, solamente tenemos que mirar hacia arriba, y saber que todas nosotras, nuestras manos, cabezas y pies, así como todos los seres de la Tierra y toda la materia conocida se formaron en el interior de las estrellas, y en nuestro caso concreto, en el interior del Sol.

El sol es nuestra estrella, y está a 8 minutos luz de distancia. Es decir que la luz que nos llega, tarda 8 minutos en recorrer la distancia que nos separa. ¡Recordemos que la luz viaja a 300.000 km por segundo! Si el Sol se apagara, tardaríamos 8 minutos en darnos cuenta. 

Vamos un poco más lejos. No mucho. Nuestra estrella vecina más cercana: Alfa Centauri, se encuentra a unos 4 años luz de distancia, o lo que es lo mismo, unos 42 Billones de km. Cuando miramos Alfa Centauri, en realidad vemos la luz de hace 4 años. Si miramos a Deneb, en la constelación del cisne,  a unos 1500 años luz, vemos la luz que salía de la estrella durante la época romana. A lo mejor esta estrella ya no existe, mientras que otras estarán formadas sin poder apreciarlas aún.



                                             Deneb   Fotografía de educarm.es

Nuestra galaxia vecina Andrómeda se encuentra a unos 2 millones de años luz de aquí, y su luz salió de ella cuando nos encontrábamos en el paleolítico inferior, con el Homo habilis caminando por el planeta. Si lo imaginamos al revés, y suponemos que existe vida en uno de sus miles de millones de planetas, y sus seres están mirando a través de telescopios hacia la Via Láctea y la Tierra, estarían viendo ahora mismo al Homo habilis y podrían observar como se originó nuestra especie! Los objetos más lejanos observados hasta la fecha, los quásares,  están a 14.000 millones de años luz, más o menos la edad que se estima que tiene el universo.

                                Galaxia Andrómeda Fotografía de astrobitacora.com

Mirando al firmamento, podemos ver estrellas naciendo y otras muriendo, como se forman planteas y sistemas solares o como colisionan y se originan las galaxias. Toda la historia del universo, y la nuestra, está ahí.

Sin entrar en tecnicismos, el último paradigma de la Física, la Teoría de la Relatividad de Einstein, predice que el tiempo y el espacio no son conceptos absolutos, varían según los observemos desde un prisma u otro y que en regiones del universo el tiempo puede ir más deprisa o más despacio. Incluso detenerse. 

Creo que Menorca es uno de esos lugares.

Mirar hacia el cielo estrellado es mirar al pasado. Un pasado que observándolo con atención i consciencia, nos puede esclarecer un poco este futuro tan incierto.

 

Pau Campàs Pongiluppi

 

  

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