Volvemos a encontrarnos mis queridos amantes de lo natural. Hoy vamos a hablar de un tema que seguro que llama toda vuestra atención. Ha llegado el turno de la fauna del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Para poder conocer mejor a los habitantes del medio natural tenemos que seguir unos métodos de estudio. Por lo general, a los investigadores y a los técnicos nos gusta decantarnos por métodos indirectos como bien puede ser en este caso el seguimiento de señales y el trampeo fotográfico.
¿Alguna vez habéis oído hablar del método del fototrampeo? Os aseguro de que es muy cómodo y poco invasivo para el animal. Es muy simple: nos permite ver al animal mediante una cámara de fotos con un sensor. Se le puede ajustar la sensibilidad para que no capte todo aquel movimiento que se encuentre a su alrededor y además, lo más común dentro de estos sistemas es que también cuentan con infrarrojos pasivos para que salten solamente cuando sea necesario.
Para que se lleve a cabo esta tarea lo que se suele hacer es poner un cebo que tendrá que estar alejado de la cámara sobre unos 2 metros. Una curiosidad es que anteriormente, también se solía utilizar aceites olientes para atraer a nuestras "presas fotográficas", como el caso del aceite de valeriana, conocido por desprender un olor muy fuerte e incluso desagradable.
Este método es muy utilizado en el parque porque nos permite determinar la abundancia de los vertebrados, ver en qué franja del día se mueven, estudiar comportamientos, etc. En fin, salta a la vista de que es excelente para evaluar a las poblaciones de los animales.
Otro método muy conocido por todos los aventureros de las más bastas sierras ibéricas es el seguimiento de los rastros y las huellas de la fauna. Pasaré a comentar las huellas más peculiares conforme a las especies más comunes del Parque Natural.
He realizado unos pequeños dibujos que se verán posteriormente para que resulte más gráfico la visualización de las huellas.
En primer lugar y dada su gran abundancia tenemos al jabalí (Sus scrofa). Su huella como bien se puede ver es como la pata de un jamón y no solo nos guiaremos con la huella, pues este mamífero también nos dejará indicios de su aparición como puede ser en los troncos de los árboles cuando los utiliza como rascadero. También es típico encontrar revolcaderos donde se desprenden de bacterias y parásitos y en estos casos, lo típico será encontrar piedras o troncos con restos de barro.
Por otro lado, el zorro (Vulpes vulpes) también es un habitante común de este precioso paraje natural. Marcan el territorio con excrementos para atraer a las hembras y es por ello que las suelan dejar en sitios muy llamativos y vistosos; a veces es normal que puedan contener semillas de madroño. En cuanto a su huella, es similar a la de un perro solo que es un poco más alargada.
La garduña (Martes foina), este adorable ser, también vive por los lares de la Font Roja. Es un mamífero omnívoro cuyo excremento mide entre 6 y 8 cm y es curioso el hecho de que puede contener trozos de grasa negro porque a veces les cuesta digerir la carne. Su comportamiento se caracteriza por el hecho de que también marcan el territorio.
Luego tenemos a la comadreja (Mustela nivalis) cuyo metabolismo está muy acelerado y por lo tanto necesita estar constantemente cazando. A pesar de su pequeño tamaño pueden cazar conejos y ratas con total facilidad. Por otro lado sus excrementos son pequeños y con muy poco grosor.
El arrendajo (Garrulus glandarius) también se da más a conocer por aquellas plumas que va dejando tras su rastro. Es conocido por ser un ave super excéntrica y ruidosa pero curiosa porque es capaz de enterrar semillas y a lo largo de un tiempo acordarse del momento exacto y la ubicación de estas.
Podría poner numerosos ejemplos debido a la gran cantidad de especies que viven bajo las carrascas que conforman a la Font Roja. Podemos encontrar ginetas, tejones, gato montés, ratón de campo, ardilla roja, arruís, muflones y muchos más que espero que podáis descubrir por vosotros mismos en vuestra próxima visita al Parque.
Ya para finalizar, ahora toca que nos pongamos en la piel de un detective, pues no solo nos basamos en las huellas y los excrementos para identificar a las especies. La fauna muchas veces de forma inconsciente nos deja indicios de la escena del delito y ya es cuando nosotros, con nuestras capacidades criminalísticas, tendremos que descifrar todos los acontecimientos.
Por ejemplo, si vierais un desplumadero ¿sabríais determinar por qué está ahí? Básicamente y tristemente para el ave, es un indicio muy pero que muy probable de que ha sido depredada y despojada de su plumaje. Siguiendo más a fondo, ¿sabíais que según la forma de los cañones de las plumas también podemos determinar quien ha sido el autor de la escena del delito? Sí sí, así como lo veis. Solo fijaros: si el cañón esta cortado es porque se tratará de un mamífero, en cambio, si el cañón está arrancado es porque se tratará de un ave rapaz.
Otro ejemplo similar al anterior es el de las piñas. Seguro que tras vuestras rutas matutinas por la montaña os habéis encontrado incesables piñas mordidas, pero ¿os atreveríais a determinar quien ha sido el glotón? Es muy fácil también: simplemente fijaros en la forma. Por lo general las ardillas se comen las piñas de forma regular y equitativa mientras que en el caso de una rata dejarán restos y la forma de la piña estará muy irregular.
Ahora no me queda más remedio que finalizar esta entrada y despedirme para la siguiente. Espero que hayáis aprendido y hayáis disfrutado que al final es lo más importante.
muy interesante y trabajado el articulo me encantan los ejemplos de las huellas
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