Espacio natural protegido
La historia del hayedo se inicia el 23 de Julio de 1460 cuando los vecinos compran el monte de El Chaparral (así se denominaba en el “Libro de Montería” de Alfonso X el Sabio) a su dueño el conde de Sepúlveda con el fin de asegurar la explotación del monte necesaria para la población de la sierra; se adehesa el monte para el pasto del ganado y se cultivan huertas para su abastecimiento; está situación continuó durante siglos hasta su finalización en 1961, que se prohíbe la entrada de ganado en el interior del bosque.
El Hayedo de Montejo, es una antigua dehesa de hayas, robles albares y rebollos, que fue comentado, declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1974, lo que supuso la protección de 250 hectáreas en esta zona del norte de la Comunidad, en las faldas de la Sierra de Ayllón.
La limitación de las visitas puesta en marcha con el establecimiento del servicio de interpretación del patrimonio natural en 1989, para evitar que la presión turística degradara tanto el bosque como el suelo, ha permitido una importante regeneración de la biodiversidad en el bosque y se está observando una dispersión de hayas fuera del espacio protegido.
En los últimos años la Comunidad de Madrid ha apoyado a los emprendedores de la Sierra del Rincón con talleres de formación y empleo y el proyecto 'Reconexionate', dirigido a personas que quieran desarrollar actividades ligadas al entorno, desde oficios tradicionales a agroecología.
De hecho, el Hayedo es probablemente el bosque más estudiado de España, ya que en él se lleva a cabo una labor de investigación ininterrumpida, desde 1992, a cargo de un equipo multidisciplinar en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, con especialistas en ecología, genética, bioquímica o selvicultura para conocer mejor la dinámica de este bosque singular.
A lo largo de este casi medio siglo han sido muchas las personas que han trabajado no solo para que este legado de las pasadas generaciones de montejanos siga vivo sino también para que su conservación permita el desarrollo armonioso de la comarca, en especial los actuales vecinos de Montejo de la Sierra, sus propietarios, que han renunciado a aquellos aprovechamientos más intensivos por el beneficio de toda la comunidad.
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