lunes, 23 de noviembre de 2020

Paseando por la isla

Desde el pequeño y único embarcadero de la isla, el muelle de Es Lladó, parten dos caminos en direcciones opuestas, hacia el faro de Llebeig y hacia el faro de Tramuntana (ambos terminados en 1910). Son los antiguos caminos que se utilizaban para asegurar el aprovisionamiento de los faros, hoy completamente automatizados.

Port de la Dragonera
Conselldemallorca.cat


El Lledó siempre es punto de llegada y punto de partida; es el puerto natural donde desembarcamos al llegara la isla. Enseguida encontramos las casas situadas sobre la cala, con el centro de interpretación.


Panel informativo
Fotografía propia

Ruta 1: Cala Lladó – Na Miranda

El más corto de los recorridos, apenas tiene 1.2 kilómetro de trazado y es la más sencilla de las rutas por su escasa pendiente (sólo 50 metros de desnivel). Es una excursión circular que se puede terminar en poco más de media hora. Se conserva unos bancales de siembra y olivos. Hoy en día estos cultivos se mantienen como testimonio de los usos agrícolas de otros tiempos. También proveen de oliva y de grano a diversas especies de pájaros. Junto al mirador hay un pequeño pinar con mesas y bancos. El lugar ideal para comer a la sombra, el camino atraviesa la zona más humanizada de la Dragonera, pero también la mas diversa.

Finalmente, el camino se une a la pista principal que va hacia el faro, si seguimos recto llegaremos al faro y si giramos hacia la izquierda descenderemos otra vez hacia el puerto.


Vista hacia na Pòpia

Ruta 2: Cala Lladó – Faro de Tramuntana

Esta excursión sale del embarcadero de Es Lladó (único punto accesible) y finaliza en el extremo más oriental de Sa Dragonera, el faro de Tramuntana, llamado así por las preciosas vistas que se pueden disfrutar de la famosa sierra mallorquina.

Durante la excursión tendremos pinares, que sombrean algunos tramos del camino y el mirador (con una vista inédita sobre el poniente de la sierra mallorquina).

El faro de Tramuntana está situado a 2 kilómetros del puerto, a una altura de 65 m sobre el mar y su luz alcanza 14 millas. El interior del edificio fue restaurado en el año 2003. Derribaron las paredes  que separaban los diferentes habitáculos de la vivienda de los torreros.


Faro de tramuntana
Caminsdepedra.conselldemallorca.com

 

Ruta 3: Cala Lladó – Faro de Llebeig

Este itinerario finaliza en otro de los dos faros de la isla, el que está situado en la costa suroeste de Sa Dragonera. Aunque es la ruta más larga (4,5 kilómetros), apenas tardaremos 2 horas y 40 minutos en recorrerla ya que la pendiente es más suave que la anterior.

Se puede visitar la torre de Llebeig, la torre de vigelancia es el elemento arquitectónico más antíguo de la isla. Fue construida a finales del siglo XVI y ahora ha sido restaurada, desde allí los meses de otoño se puede observar como vuela el halcón de Eleonor.

El camino bordea la costa sur de la isla, los acebuches y lechetreznas, junto con los olivos y aladiernos, dominan el paisaje. Seguimos un poco más el recorrido, a la derecha encontraremos un horno de cal del siglo XVIII que servía para abastecer las reparaciones de los desperfectos que tenían las torres. Después en el siglo XIX y XX se utilizó para la construcción de los 2 faros.

Al final del recorrido llegamos a la torre de Llebeig, está situada en el cabo sobre unos acantilados de 60 metros de altura. Su finalidad era la de impedir la entrada de los barcos a la Cala Llebeig, ya que no era visible desde la torre de na Popia. También destacar, que hay un pequño camino que baja a la cala.


Vista de na Pòpia hacia el faro de Llabeig
Fotografía propia

Ruta 4: Cala Lladó – Na Pòpia (Far Vell)

La más larga de las excursiones acaba en el antiguo faro que se abandonó hace más de un siglo, ya que habitualmente estaba tapado por nubes, al ser el faro situado a mayor altitud de España (352 metros).

Tiene una distancia de 3,8 kilómetros (lo que nos llevará unas 3 horas -ida y vuelta- para completar su recorrido). Son destacables las vistas sobre los acantilados de la costa norte de la isla.

Nos introducimos por antiguos bancales, en los que se cultivaba algo de huerto, algunos frutales (manzanos, cerezos, almendros, olivos) y unos cuartones de cebada o de avena para las ovejas, que también aprovechaban el pasto natural del campo. La caseta des Tancat ha sido restaurada y tiene un porche que sirve de cobijo en invierno o de zona de sombra en verano.

En los peñascos de tramuntana se conservan protegidos, gracias a la inaccesibilidad del paraje, dos arbustos que antiguamente debían ser más abundantes, el palmito y el boj. Los peñascos son el ámbito de las aves y el lugar desde el cual podemos contemplarlas. El halcón de Eleonor es un ave con una capacidad prodigiosa para el vuelo. Habita en los peñascos de la Dragonera, donde llega procedente de Madagascar y África orienta. Cría durante el otoño, coincidiendo con la llegada de los pájaros migratorios, de los cuales se alimenta.

Al final de la subida a 352 metros sobre el nivel del mar, encontramos el faro viejo de Na Pòpia, es uno de los faros más antiguos de las Islas Baleares. Se construyó el año 1851 sobre una antigua torre de defensa.

 

Faro de Llebeig
Fotografía propia

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