martes, 16 de noviembre de 2021

Esculpido por el agua

Vamos a ver ahora las dos formaciones geológicas más relevantes del Espacio Natural:

Cascada de Covalagua:

Covalagua es en realidad el nombre que recibe la cueva en la que nace el río Ivia, que en su surgencia a la superficie se desliza sobre la toba que ha ido depositando el propio río en forma de peldaños semicirculares, y creando pequeñas cascadas y saltos entre ellos hasta llegar al cauce definitivo. No se trata por tanto de una caída de agua al vacío, sino más bien un descenso escalonado.


Cascada de Covalagua. Fuente: Diputación de Palencia


Este tipo de cascada no es continua, sino que aparece cuando la abundancia de lluvias o deshielo de la nieve que puede acumularse en la superficie del páramo hace que el caudal del agua que circula por el interior de la roca sobrepase el nivel freático y se vea obligado a salir a la superficie. En su discurrir por el interior del páramo, formado, como ya hemos mencionado, eminentemente por roca caliza, el agua acumula sedimentos que deposita en los puntos por los que sale a la superficie, formando acumulaciones en forma de los ya mencionados “peldaños” de la cascada.           


Pasarela de acceso a la cascada. Fuente: Imagen propia



Balsa artificial a los pies de la cascada










Si tenemos la suerte de encontrar la cascada fluyendo podremos disfrutar de un espectáculo de gran belleza. Y si no la tenemos, el fácil paseo hasta llegar a ella seguro que vale la pena.

 

Cueva de los Franceses

La Cueva de los Franceses es la única cueva visitable de la provincia de Palencia. Fue dada a conocer (que no descubierta) en 1904 por don Luciano Huidobro, sacerdote, catedrático y erudito. El acceso original se realizaba a través de un pozo o sima de seis metros de profundidad que se abre en medio del páramo y que actualmente se encuentra cerrado por motivos de seguridad. Es por esto por lo que no debemos imaginar el acceso a la cueva como un “agujero en una pared” sino como un “agujero en el suelo”.

Dado el interés que despertaba la cueva y las numerosas visitas que recibía a pesar de lo difícil de su acceso, en 1972 comenzaron las obras para adecuar la cueva a las visitas turísticas.


Edificio de acceso a la cueva. Fuente: Imagen propia


Actualmente, un edificio de reciente factura se encarga de recibir a los visitantes y regular el acceso a la cueva, que se encuentra franqueado por tres exclusas de aire con el objeto de mantener aislado el microclima interior de la cueva con respecto al exterior. El recorrido de la cueva va en dirección Este-Oeste y su desarrollo es horizontal, con una profundidad máxima de 21 m. De los más de 1000 metros de longitud que tiene la cueva, sólo 482 son visitables.


Una de las galaerías visitables. Fuente: Diputación de Palencia




La cueva está dotada de iluminación artificial en todo su recorrido, que permite admirar todos los aspectos llamativos que podríamos esperar de una cavidad de éste tipo, como son las estalactitas, estalagmitas, mantos, coladas, columnas, etc. 


Formaciones creadas por el agua


¿Y por qué se llama Cueva de los Franceses? Pues bien, el nombre se debe a la aparición de los restos de soldados franceses que fueron arrojados al fondo de la cueva durante una batalla de la guerra de independencia, en 1808. En esta batalla, que se desarrolló en el páramo de Covalagua, las tropas francesas fueron derrotadas por un destacamento de húsares cántabros.


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