lunes, 15 de noviembre de 2021

La historia del Lapa, nuestro propio fantasma.

Fotografia de Johannes Bockler "El Lapa".
Foto del museo.



El 1 de abril de 1944 en plena Segunda Guerra Mundial  un avión Dornier que había partido del sur de Francia rumbo a Argelia, sufrió un problema en su motor y cayó cerca de Cabrera. Los cuatro tripulantes saltaron antes de que el aparato se precipitara al mar, pero solo el piloto Hans Kieffer logró salvarse y alertar con bengalas de su situación para ser rescatado. A Johannes Böckler una barca lo encontró muerto mientras que los otros desaparecieron. Días después se encontraría el cuerpo de uno de ellos, Peter Brühl, en una playa de Mallorca, mientras que del otro nada se sabe.

Donider 217 ES como el que se estrello en aguas de Cabrera.
Foto extraida del museo.


El cuerpo del joven aviador de tan solo 21 años fue enterrado en el pequeño cementerio que hay junto al castillo, colocando una modesta cruz con el nombre de Joannes Bochler y la fecha de su fallecimiento. Junto a él se encontraba otra tumba sin identificar, la de un campesino de la zona conocido como «En Lluent», que había muerto de un infarto. 


Fotografia antigua de la tumba de Bockler con la cruz.

Estado actual de la tumba ya sin la desaparecida cruz.
 Foto propia.


En 1982 La Comisión de Conservación de Tumbas Militares Alemanas ( Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge), exhumó los restos de Böckler del cementerio de Cabrera y los trasladó al cementerio militar alemán de Cuacos de Yuste, donde reposan 180 soldados del país germano que perdieron la vida durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y sus cuerpos acabaron en territorio español por naufragios o derribo de sus aviones.


En los  días siguientes al traslado no se hablaba de otra cosa en la isla. Un pescador preguntó entonces qué cadáver se habían llevado: « Es que va dret o es que està atravessat? ¿El que está recto o el que está atravesado? y dijo res ja s´han equivocat , era s´altre , es de ses flors, nada ya se han equivocado era el otro el de las flores».


Todos allí creen que se equivocaron de muerto y se llevaron al campesino En Lluent al cementerio de Yuste. Esa es la razón por la que, según aseguran, el fantasma del Lapa aún se sigue apareciendo en Cabrera.Y digo sigue porque doy fe que son varios los testimonios que así me lo han relatado.


En el pequeño cementerio de la isla ya no queda ninguna inscripción. La cruz del aviador alemán se rompió cuando éste fue exhumado y ya no se ven ni sus restos. Tampoco hay flores en el lugar. Algunos las atribuyeron durante años a un piloto inglés que habría derribado el avión alemán y que de vez en cuando volvía a recordar a sus víctimas, otros lo atribuyen a las flores  al superviviente del avión que salvaron en Cabrera.

Foto propia de la puerta del cementerio de Cabrera.



Los militares que eran los que poblaban la isla en aquellos años , lo apodaron el Lapa, una presencia que se les agarraba por la espalda, como el aviador estaba lejos de su casa, salía para buscar a alguien al que traspasar la maldición de no descansar junto a los suyos.

Que seria de nuestra isla sin una buena historia de fantasmas.

 

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