lunes, 22 de noviembre de 2021

 

        Orígenes históricos y una curiosidad del pasado


En esta entrada me gustaría profundizar un poco la historia del paraje natural del Hondo y de cómo, históricamente, la actividad humana haya tenido un importante papel en su creación.

Se trata fundamentalmente de un ecosistema transformado por el hombre para almacenar agua de riego, y su estado y su aspecto actual se deben a diversas intervenciones humanas en el curso de los siglos recientes.

Antiguo mapa zona bonificaciones

La zona pantanosa de lo que hoy es El Hondo formaba parte de la desaparecida albufera de Elche, creada por la desembocadura del río Vinalopó, pero no fueron pocas las iniciativas desarrolladas bajo el impulso de particulares, comunidades de regantes, municipios y señores de vasallos, tanto en aquellos almarjales como en otros humedales formados en el interior del macrosistema hidráulico. Elementos tales como la titularidad -pública o privada- de esos humedales, la vigencia de aprovechamientos naturales alternativos al cultivo, y las propias dificultades técnicas y esfuerzo financiero que requería su extirpación definitiva condicionaron el éxito desigual de las bonificaciones emprendidas. Se sitúan en el siglo XVIII las famosas bonificaciones del Cardenal Belluga que se tradujeron en una ganancia aproximada de 5.000 hectáreas de huerta para responder la necesidad de incrementar la superficie cultivable y, con ello, la producción agrícola. Cabe mencionar la correlativa creación de municipios y pedanías como los de Dolores y San Felipe Neri.

Posteriormente se excavaron dos embalses, dando lugar al biotopo palustre que disfrutamos en la actualidad. El primero de ellos, el embalse de Levante, con casi 410 ha, en 1923. El de Poniente, se excavó entre los años 1940-1942 y supone una extensión de más de 650 ha.


Retrato Cardenal Belluga

Hablando con un hombre de la zona he descubierto que hay una antigua leyenda que remonta al siglo XVIII que conecta la zona del Hondo con la historia con H mayúscula.

En la Guerra de Sucesión que dividió el Principado de Cataluña en dos bandos encontrados: el del archiduque Carlos de Austria, el pretendiente austriaco, y el del duque Felipe de Anjou, el pretendiente francés. En el bando austracista existía un cuerpo especial llamado “Los Migueletes” , una milicia de carácter mercenario compuesta de paisanos armados para refuerzo de las fuerzas regulares. La leyenda cuenta que estos milicianos que apoyaron el bando perdedor una vez terminado el conflicto se refugiaron justo en la zona del hondo para huir de la persecución del bando francés ganador, es un misterio del porque estos hombres decidieron esconderse entre estos matorrales…

La leyenda tampoco cuenta que pasó con ellos pero me gusta imaginar que en su exilio se mezclaron con la población local y dejaron una huella en el carácter tan “luchador” de la gente del campo de Elche.

En fin, no hay pruebas históricas evidentes que apoyen la veracidad de este hecho, y puede que se trate sencillamente de un falso histórico pero me pareció interesante compartirlo con los lectores del blog.

Imagen de los "Migueletes"

 

entrada anterior                                                                                   entrada siguiente






No hay comentarios:

Publicar un comentario