El faro de Na Foradada es el que nos recibe y da la bienvenida cuando nos dirigimos al puerto de Cabrera , también nos anuncia el cobijo los días de temporal al buscar la protección de los islotes. Situado en un islote con forma de monolito rodeado de acantilados, se accede a él por las dos caras, para poder acceder por una de ellas dependiendo de donde viniera el mal tiempo, con escaleras excavadas en la roca y algún escalón de cemento. Además cuenta con una caseta de marés con una pequeña chimenea donde vivían el personal durante su construcción ,hoy en ruinas , un cabrestante eléctrico para poder izar la embarcación y mantenerla a salvo del temporal, hoy ya sin uso debido al efecto del salitre.
Islote de Na Foradada con su faro y su caseta de fareros a la derecha. Foto propia. |
Aprobaron su construcción en 1865 aunque no fue hasta bien entrado el siglo XX que se puso en funcionamiento, consta de una torre de 13 metros con bandas negras y blancas sobre la base de la caseta redonda. Situado a 42 metros de altura sobre el nivel del mar emite 2 destellos cada 12 segundos y es visible a 10 millas. Su mantenimiento se debía hacer tres veces al mes por los torreros de ese faro, si el tiempo lo permitía. Las frecuentes averías llegaron a convertirse en una pesadilla para los torreros de Cabrera, que en ocasiones ponían sus vidas en peligro, y la del marinero, al intentar llegar al islote con el mar embravecido. Cuando se inauguró esta señal, se otorgó al torrero encargado de mantenerla una gratificación de 2 pesetas diarias. Habitualmente eran los torreros del Faro de Cap Salines quienes primero detectaban el apagado de la baliza al mismo tiempo que daban aviso.
Antiguo motor para el izado de la barca que aun se conserva en el islote. Foto propia. |
Escaleras de acceso, al fondo faro y a la derecha el motor con su proteccion metalica. Foto propia. |
La baliza de Cap Llebeig, situada en la isla de Cabrera junto a la bocana del puerto nos recibe desde lo alto de los acantilados situada a 74 metros de altura. Consta de una torre octogonal de 7 metros con un damero blanco y negro. Su acceso principal es por mar, formado por un pequeño rellano para el desembarco y una interminable escalera de más de 350 escalones bordeada con una pequeña barandilla de acero que da un poco de seguridad los días de fuerte viento.
Baliza de Cap LLebeig con sus escaleras y barandilla. Foto propia. |
Vista completa de Cap Llebeig, al fondo se ve Mallorca. Foto propia. |
El faro de n'Ensiola, una de las joyas de Cabrera, situado en una pequeña península al sudoeste de la isla, que cuando visitas por primera vez te transporta a otro mundo y te invade la sensación de estar en otro tiempo. Se alza a 121 metros de altura con una torre redonda situada en el centro de un edificio cuadrado, con óptica de 3 destellos cada 10 segundos y torre de rombos rojos y blancos. Como curiosidad es el más alto y grande de España y segundo de Europa. Fue proyectado por Emili Pou. Aunque las obras terminaron en 1868 se tuvo que esperar a 1870 para que se pudiera instalar el aparato óptico.Se inauguró el 15-08-1870.El proyecto original de 1861 era un faro con un gran edificio circular de unos 25 m de diámetro, 15 habitaciones y fue rechazado en Madrid por considerarlo con excesivas dependencias y lujo fuera de lugar para un edificio destinado a faro.
Vista de la peninsula de Ensiola desde Coll Roig. Foto propia. |
El actual consta de dos viviendas completas casi gemelas , con sus propias cocinas y baños, todo un lujo en aquella época, para albergar a las dos familias de los fareros que se turnaban para atender y vigilar el faro.Según cuenta Maria, la payesa , ella y su marido Joan subían en ocasiones con el carro a jugar a las cartas y pasar la velada en compañía de la familia del faro quedándose a dormir allí. Las dependencias anexas se completan con una casa de piedra con dependencias para animales a los pies de la explanada del faro que se utilizó como vivienda durante su construcción, unos almacenes donde se guardaba el aceite de las lámparas, herramientas y un motocarro que ayudaba al transporte, una gran cisterna para la recogida de pluviales y un pequeño embarcadero en una pequeña cala situada a los pies del faro que se utilizaba para los traslados del personal y víveres con una embarcación , ya que el camino que une el faro con el puerto se construyó varios años después . En septiembre de 1936 los torreros fueron trasladados a Menorca en un submarino republicano.El faro permaneció abandonado durante dos años.
Vista del faro y de sus almacenes anexos. Foto propia. |
Por otro lado, impresiona pensar que este faro comenzó a construirse solamente cuarenta y cinco años después de que seis mil soldados franceses hubieran muerto en dramáticas condiciones que supuso el cautiverio en la isla.
En 1971 se automatizó mediante los típicos equipos Dalen con gas acetileno, quedando desde entonces sin fareros residiendo permanentemente en el faro.
Ahora podemos disfrutar de la visita y de las impresionantes vistas únicamente acompañados de los guías del parque debido a una restricción temporal del acceso.
Foto del interior de la torre con la óptica actual automatizada. Foto propia. |
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